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El panorama español

En El poder de la ciencia España no aparece, pese a que Sánchez Ron es un especialista en ese periodo de oro que fue la Junta de Ampliación de Estudios, organismo inspirado en la Institución Libre de Enseñanza que en la II República hizo florecer, un poco, la ciencia española."No hay nombres de grandes científicos que labios castellanos puedan pronunciar sin esfuerzo", dijo Echegaray en un provocador discurso de ingreso en la Academia de Ciencias. Sí, el mismo Echegaray que ganó el Premio Nobel de Literatura, y que ha pasado a ser poco más que un nombre en el callejero gracias a la consabida indiferencia española hacia su propia historia: además de dramaturgo, Echegaray fue un ingeniero de caminos y científico notable que hasta una muy provecta edad dictó cátedra de física en Madrid. Sánchez Ron está editando una. colección de varios volúmenes con sus trabajos científicos.

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"Cuanto más avanza la ciencia, menos se reflexiona sobre lo que implica", dice José Manuel Sánchez Ron

No es cierto que España sea hoy o haya sido siempre un páramo científico, y para demostrarlo no hay que recurrir obligatoriamente al ejemplo de Ramón y Cajal. Sánchez Ron alude, por ejemplo, a los logros conseguidos en medicina y en mecánica. Ahora bien, unos cuantos años después de que España determinara cuáles eran sus líneas de investigación, los objetivos se han cumplido sólo parcialmente. "El plan nacional de investigación ha funcionado relativamente bien. Pero vivimos en una sociedad con problemas más importantes que determinados proyectos excesivamente marginales. Creo que, para los recursos de que disponemos, algunos investigadores reciben más dinero del que se merecen".

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