Justicia no se hace responsable de las "esperas voluntarias" ante Carabanchel

La Secretaría General de Asuntos Penitenciarios, dependiente del Ministerio de Justicia, ha puntualizado que las largas colas ante la cárcel de Carabanchel para visitar a los presos (véase EL PAÍS de ayer) no debieran producirse, puesto que los familiares y allegados de los reclusos tienen una hora concreta para acudir. Por tanto, no se hace responsable de las "esperas voluntarias" de estas personas."En el centro de Carabanchel", señala una nota oficial, "desde el 1 de septiembre se empezó a informar a los familiares de la implantación de un sistema de comunicación organizada, para evitar aglomeraciones y esperas inútiles, que consiste en un reparto de unas horas de comunicación según el apellido del interno que vayan a visitar. Dicha campaña de información oral, comunicando su turno personalmente a los familiares cuando iban a las visitas, se ha reforzado este mes de octubre con la distribución de hojas informativas".

La nota continúa: "Es posible que la implantación de todo nuevo sistema provoque situaciones de confusión que esta Administración tratará de solucionar, pero tampoco es responsable de esperas voluntarias de personas que van a una comunicación tres horas antes de la asignada".

En cuanto a la higiene de los aseos, la secretaría general señala que "se consideran suficientes los existentes para el número de familiares que pasan en cada turno y, aunque su limpieza es diaria, la Administración no puede controlar permanentemente el uso que se hace de ellos. No obstante, en breve se instalarán unos aseos automáticos de pago, que dispondrán de servicio constante de limpieza". Justicia anuncia también que habilitará una sala de espera.