El ministro francés de Sanidad culpa a su antecesor de exportar sangre con sida
El reciente anuncio de que Francia exportó en 1985 productos sanguíneos sin analizar ha desatado un nuevo escándalo en torno a la sangre contaminada con sida en este país. Ayer mismo, el ministro de Sanidad, Bernard Kouchner, acusó a sus predecesores de "ignorantes e irresponsables" por haber permitido estas exportaciones hasta noviembre de 1985, varios meses después de que se hicieran obligatorios en Francia el control y análisis de las donaciones de sangre.
El pánico se ha extendido por el mundo a raíz de que el Instituto Mérieux, de Lyon, reconociera el sábado que había exportado a 11 países productos similares a los que contaminaron a los hemofílicos franceses sin analizar. El ministro griego de Sanidad griego, Yorgos Surlas, tuvo que salir ayer al paso de los crecientes rumores que señalan que 300 personas han sido infectadas en Grecia con sangre importada de Francia: "No existe peligro para la salud pública en la sangre importada entre 1980 y 1985". Argentina reconoció ayer que antes de 1986 no se controlaron estas importaciones.
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