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Nuevos combates en Sarajevo frustran el proyecto de Unicef de parar la guerra una semana

La llamada semana de la tranquilidad, convocada por Unicef para salvar a los niños de Bosnia-Herzegovina, apenas ha durado unas horas. Tras un pequeño alto el fuego para permitir la entrada en Sarajevo de un convoy cargado de medicinas y alimentos, los combates se reanudaron con redoblada intensidad. Los presidentes de Bosnia y Croacia superaron ayer los desacuerdos surgidos tras enfrentarse sus tropas.

En Sarajevo, la tranquilidad se mide por minutos. El proyecto de Unicef de una semana de la tranquilidad, con sus días y con sus noches, ha resultado un proyecto demasiado ambicioso para una guerra sin normas como la de Bosnia-Herzegovina. Horas después de un breve alto el fuego para permitir la entrada de un convoy humanitario, los combates se reanudaron en los alrededores del centro de la capital.Las milicias serbias habían lanzado por la mañana, antes de la llegada del convoy, un duro ataque con morteros. Al menos una persona resultó muerta y otras ocho heridas, elevando a 26 el número de víctimas mortales en las últimas 24 horas. Entre los muertos se encuentra un cámara croata, que trabajaba para la cadena británica BBC, que fue alcanzado en Djelilovac, al parecer, por fuego serbio. Más de 30 periodistas han muerto en la guerra de la antigua Yugoslavia.

Con la llegada a mediodía de un convoy de cinco camiones de Unicef -cargado con 500 mantas, ropa, medicinas y alimentos- se inició ayer lo que llaman un alto el fuego técnico. Tanto el líder serbio, Radovan Karadzic, como el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, se han comprometido a respetar sus movimientos.

El convoy, compuesto por 10 camiones, ha recorrido los 350 kilómetros que separan Belgrado de Sarajevo en tan sólo dos días, hecho que ocurre por primera vez desde el inicio de la guerra. El convoy pernoctó el sábado en Pale, cuartel general de las milicias serbias. Cinco de los camiones se quedaron allí para socorrer a los niños serbios.

El bosnio Izetbegovic se entrevistó ayer de forma imprevista con el presidente croata, Franjo Tudjman. Ambos líderes afirmaron haber superado los desacuerdos surgidos tras los recientes enfrentamientos entre croatas y musulmanes bosnios.

No muy lejos, la situación de los antiguos habitantes de Jajce empeora por días. La cola de refugiados que huyen hostigados por la aviación serbia alcanza ya los 15 kilómetros. 25.000 personas han emprendido la huida.

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