La Comunidad reta al alcalde a que asuma las perdidas del Metro y la EMT si deja el consorcio

El Consorcio Regional de Transportes, tras siete de años de vida, se tambalea. El Ayuntamiento de Madrid no sólo cuestiona desde hace un año su participación en este organismo, sino que aplaza su pago de una deuda que arrastra desde 1990. Los responsables municipales han incumplido sus compromisos públicos y ya no asisten a las reuniones del consorcio que regula el Metro y la EMT. El consejero de Transportes de la Comunidad, Julián Revenga, ha amenazado con dejar de cubrir el déficit de estos servicios (47.000 millones en 1992) y con que el Estado se replantee su actual participación.

Los últimos 12 meses vividos en el Consorcio de Transportes han sido de suspense. La intriga propiciada por las riñas políticas entre los representantes del Partido Popular que gobiernan en el Ayuntamiento y los del PSOE que dirigen la Comunidad ha generado una situación de "indefinición" o de "caos en el transporte público", como expusieron ayer los consejeros que representan a los sindicatos y partidos de la oposición.El Ayuntamiento, hace 14 días, se comprometió en una reunión del Consejo de Administración del Consorcio a comunicar en dos semanas el modo y la frecuencia de pago de su deuda de 1990 y 1991, cifrada en 6.013 millones de pesetas. El propio concejal de Circulación, José Antonio García Alarilla, pidió entonces que la cita se celebrara ayer martes, en vez de la habitual de los miércoles.

Esta premisa se cumplió pese a que el mismo concejal anunció el lunes que los tres consejeros municipales del PP no iban a asistir porque consideraban que el Ayuntamiento no debe pronunciarse sobre los presupuestos del consorcio para 1993. El Ayuntamiento se concede como plazo para aclarar si continúa hasta el 24 de noviembre, cuando antes del verano se fijó la fecha -sin pensar en su resonancia histórica- para el día 20 de ese mismo mes.

Revenga explicó ayer que aunque uno de los asuntos del día fue efectivamente la aprobación de un anteproyecto de presupuestos del Consorcio para 1993 (63.000 millones) la reunión podría haberse celebrado igual con los miembros del PP porque podrían haberse abstenido o condicionado su voto.

El alcalde justifica la fuga

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, argumentó ayer que los concejales del PP no asistieron a la reunión porque sólo iban a contribuir "a tensar aún más una negociación que debe ser pacífica y de entendimiento entre las dos instituciones", por carecer de objetivos definidos.

Los objetivos que están difusos para el alcalde son las deudas: las aportaciones impagadas de 6.013 millones de 1990 y 1992 y los 6.500 también sin pagar de este año, fueron retiradas por "cortesía" del orden del día, y serán abordadas en una próxima sesión monográfica.

Los portavoces de IU y UGT en el consejo entienden que aprobar una previsión de presupuesto sin el Ayuntamiento "no sirve para nada" y es "una insensatez". El consejero de Transportes y presidente del consorcio, Julián Revenga, no opina igual, y quiso adelantar acontecimientos ara poder llevar al consejo de gobierno que la Comunidad celebrará el jueves sus presupuestos aprobados en una primera fase.

El consejo de administración suscribió ayer, por mayoría, una nota de reprobación contra la conducta de los representantes del Ayuntamiento de Madrid, "cuya inasistencia a la sesión convocada para tratar en el día de hoy [por ayer] problemas provocados por su propia falta de diligencia en el cumplimiento de compromisos asumidos denota un evidente desdén hacia los demás consejeros y una falta de respeto hacia las otras instituciones representadas en el organismo".

Revenga había manifestado el lunes que la "huida" significaba "una falta de respeto y un corte de mangas a los consejeros y a los ciudadanos". El alcalde replicó ayer que esas declaraciones "favorecen muy poco a crear un clima de entendimiento". "Desgraciadamente", añadió, "hay personas que no deberían estar en las instituciones, porque no las defienden". Revenga entró ayer al trapo: "En vez de dedicarse a decir groserías debería pagar lo que debe".

El consejero añadió en tono de aviso: "Si el Ayuntamiento abandona o aporta menos dinero al consorcio, el presupuesto ya no será éste, aunque el consorcio podría seguir teniendo sentido para autocares interurbanos y los cercanías, pero si hubiese esta negativa la Comunidad ya no tendría tampoco que hacer frente a los déficit del Metro y la EMT". El déficit de explotación y la inversión de reposición calculada en 1992 para el Metro se eleva a 30.000 millones de pesetas; y en la empresa de autobuses municipales, a 17.000.

El diputado regional de IU Juan Antonio Candil y el concejal del Ayuntamiento de Madrid José Luis Pestaña exigieron ayer conjuntamente que el alcalde José María Álvarez del Manzano, y el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, cierren definitivamente la crisis económica que afecta a este organismo, informa Juan Carlos Sanz. "La deuda municipal amenaza con provocar un brutal incremento de las tarifas, que supondrá un deterioro del servicio, y que puede afectar a las inversiones en infraestructuras ya realizadas", señaló Candil.

IU presionará al Gobierno socialista de la Comunidad para que aporte en los presupuestos de 1993 "todo el dinero que le corresponda, aunque el Ayuntamiento no pague lo que deba".

El alcalde, en este sentido, se mostró convencido de que alcanzará una solución tras una conversación con Joaquín Leguina.