Dolor de ordenador
La salud y la seguridad del trabajo con pantalla serán reguladas por la CE en 1993
Las antiguas mecanógrafas también tecleaban, pero cada 50 o 60 golpes cambiaban de postura para mover el carro. Detalles aparentemente tan nimios separan el trabajo de un oficinista de hace 20 años del de la inmensa mayoría de los actuales, atados sin remedio a un ordenador. La aparición cada vez más frecuente de molestias físicas y psíquicas ligadas a esta nueva forma de trabajar ha recuperado el interés por la ergonomía, una disciplina a mitad de camino entre el sentido común y la ciencia. En 1993 entra en vigor una directiva de la CE sobre el tema.
Los países nórdicos han sido pioneros en la aplicación de la ergonomía al trabajo con ordenador y ahora, la CE se sube al carro con la entrada en vigor, el 1 de enero de 1993, de una directiva que establece los requisitos mínimos de salud y seguridad para el trabajo con pantalla. Los empresarios tendrán cuatro años para adaptarse, a lo dispuesto en la directiva, que establece características de las pantallas y teclados, las superficies de trabajo, las sillas, el ambiente y el interfaz del usuario con el ordenador.El cansancio visual y molestias en el cuello, los hombros, la espalda y las manos, así como síntomas clásicos de estrés, son las quejas casi universales de los que deben permanecer horas frente al ordenador.
Daños no comprobados
"No se han podido comprobar daños permanentes causados por el trabajo con ordenador", matiza Nigel Claridge, especialista británico en ergonomía, "pero las molestias pueden llegar a ser muy importantes" Claridge enumera los desórdenes musculares y de columna, las molestias oculares y visuales, el estrés y las erupciones cutáneas entre los resultados más frecuentes de un trabajo, "a menudo monótono y repetitivo", en un ambiente mal ventilado e iluminado.
No existen pruebas, por el contrarío, de que la radiación de las pantallas tenga efecto sobre la salud en general y la de las mujeres embarazadas en particular. Claridge cree, sin embargo, como el Sindicato Sueco de Trabajadores Profesionales (TCO), la institución que más ha hecho avanzar la ergonomía, que más vale prevenir que curar, reduciendo en lo posible la radiación de varios tipos que emiten las pantallas de rayos catódicos.
"Muchas cosas son de sentido común, como parar cada cierto tiempo y levantarse, pero hay que adaptar los ordenadores a los usuarios, aunque sólo sea porque aumenta la productividad", señala Hans-MalmkvIst, director del Centro de Ergonomía que la empresa de informática ICL mantiene en Estocolmo. Pero la ciencia también aporta soluciones. "La pantalla ideal por ahora es la plana de cristal líquido. No tiene parpadeo, la radiación disminuye y se podrá coger como un libro, poniéndola sobre las rodillas, por ejemplo, cuando se trate de leer algo", explica.
Y es que los ojos son los más afectados, porque no están hechos para trabajar con las pantallas. Sin que nadie se lo ordene, comprueban cada segundo el marco de la pantalla, se van instintivamente hacia, donde hay más luz o claridad, como una ventana, o se fijan en los reflejos de la pantalla en vez de en el texto. Todo ello significa un continuo ajuste de la distancia de enfoque, que provoca el cansancio visual. Por eso es tan importante la estabilidad y luminancia de la imagen, explican los expertos.
Síndrome repetitivo
Un desorden que sobrepasa la molestia es el llamado síndrome del túnel carpiano. Se trata de una zona de la muñeca que canaliza los tendones. Si la mano no está relajada en el teclado o éste tiene una altura o inclinación inadecuadas, con el tiempo sufren los tendones de la muñeca. Este síndrome doloroso forma parte de las llamadas lesiones por compresión repetida, que ya han llevado a los tribunales a varios fabricantes de ordenadores en Estados Unidos. Puede llegar a inutilizar al trabajador, al limitar de forma grave su coordinación y su habilidad manual.
Hay otras molestias, las cutáneas, de las que se han quejado repetidamente numerosos trabajadores de países nórdicos, para las que los especialistas no encuentran explicación. "No se dan en ningún otro país del mundo" reconoce Malkwist, "y no sabemos la causa. Puede estar más ligada al síndrome del edificio enfermo, agravado por la extrema sequedad del ambiente en estos países, que al trabajo con pantallas, aunque también se ha relacionado con fenómenos alérgicos y con el estrés".
Al final, la postura sigue siendo el aspecto más importante en ergonomía. Los pies deben estar firmemente apoyados en el suelo; las rodillas, en un plano ligeramente inferior al de la cadera, y la espalda, derecha o ligeramente inclinada hacia delante, con el cuello sin contraer. Fácil de decir y dificil de mantener.
Pantallas como libros y ambiente visual
Las pantallas negativas (caracteres claros sobre fondo oscuro) han sido desterradas por completo por los expertos en ergonomía. La pantalla tiene que parecerse lo más posible a un libro y reunir una serie de características para el trabajo en una oficina. Debe ser mayor de 14 pulgadas en diagonal, tener al menos 480 líneas de barrido (correspondientes al estándar VGA), un ritmo de barrido de al menos 70 imágenes por segundo (para reducir el parpadeo al mínimo) y una buena definición de los caracteres. Éstos deben ocupar al menos 11 por 14 pixels o puntos, y tener una altura mínima de 3,5 milímetros, para ser vistos desde una distancia de entre 60 y 70 centímetros. La persistencia electrónica de la imagen, mayor en las pantallas de fósforo (verdes) y en las de cristal líquido, debe reducirse al mínimo.El ambiente de trabajo es igual de importante que los equipos, lo que hace plantearse a las empresas fabricantes de equipos ofrecer un servicio completo de ergonomía para que las mejoras que se están introduciendo sirvan para algo. Desterrar los reflejos es indispensable. Para ello hay que tratar la pantalla, pero también estudiar la disposición de la Iluminación, natural y artificial. Nunca se debe poner una pantalla en paralelo con una ventana, por ejemplo, ya sea para trabajar de frente o de espaldas a ella.
Lo que rodea a la imagen debe proporcionar una transferencia visual suave, lo que quiere decir que si el fondo es blanco o claro, como se recomienda, la imagen no debe estar rodeada de un marco negro en la pantalla, y la propia carcasa, así como el fondo (la pared o la decoración general de la sala) deben ser claros. La situación de la pantalla es igualmente importante. Debe estar ligeramente por debajo de la altura de los ojos y poder inclinar hacia delante o hacia atrás, así como subir y bajar al menos 15 centímetros.
El teclado debe estar separa do de la pantalla y ser de perfilbajo y ligeramente inclinado, de forma que la mano pueda reposar sobre la mesa mientras teclea, con una base antideslizante y amortiguadora que proporcione estabilidad.
La silla es igual de importante. Debe tener altura regulable y una sujeción lumbar, pero también es necesario que se pueda correr el asiento hacia adelante, lo que permite adoptar periódicamente una postura reclinada que impida que el trabajador se quede rígido durante largos periodos de tiempo. Si la mesa es de altura regulable, como también aconsejan los expertos, se puede trabajar ocasionalmente de pie, como forma de cambiar de postura y liberar tensiones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.