Polémico plan de la Xunta para repoblar Galicia con un 70% de pinos y eucaliptos

La Xunta pretende duplicar en 40 años la producción forestal de Galicia para obtener tanta madera como toda España en la actualidad. Para ello prevé unas inversiones de dos billones de pesetas repartidas casi al 50% entre el capital público y el privado. El vendaval de críticas se ha levantado porque se vuelve a recurrir al polémico eucalipto como uno de los árboles dominantes se le reserva el 17,68% de la superficie arbolada y un tercio de la producción. En un lado de la pugna, la Xunta y dos grandes empresas papeleras multinacionales. En el otro, profesores universitarios, grupos nacionalistas y ecologistas.

Las críticas no sólo se dirigen al eucalipto, sino también a las coníferas, para las que sé ha reservado el 52,8% de la extensión arbolada -la media de la CE está actualmente en el 41,5%-. El Parlamento, con el voto del PP y del PSOE, ya ha dado el visto bueno a las directrices generales. El mayor rechazo al plan se ha desarrollado entre grupos nacionalistas y ecologistas, además de un importante colectivo de profesores de universidad y otras agrupaciones.Eduardo de Miguel, de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA), califica el plan de "salvaje": "Retoma la nefasta tradición de las últimas décadas de hacer repoblaciones con especies no autóctonas, sobre todo con eucalipto y determinados tipos de coníferas, especies muy rentables porque crecen muy rápido frente a las hayas, robles, fresnos y castaños".

El plan fue elaborado por un grupo de expertos vinculado a la Asociación Forestal de Galicia, que se ha distinguido desde hace tiempo por defender el cultivo de eucalipto, a pesar de que el 78% de los gallegos ha opinado en diversas encuestas que esa especie de árboles empobrece el suelo del bosque. Uno de los redactores, el catedrático de sociología José Pérez Vilariño, defiende que la intención primordial del plan e explotar el monte con "criterios económicos", aunque subraya que se han dejado 350.000 hectáreas de bosque protegido considerado espacios sensibles.

Pérez Vilariño critica el "racismo arbóreo de algunos ecologistas", que rechazan el eucalipto por ser una especie foránea "¿Cuántos años tienen que pasar para que se considere que ya es un árbol de aquí? Si la gente cuidó especies como el castaño o el roble no es porque fueran autóctonas, sino porque rentabilizaban sus frutos y su madera", añade Vilariño.

La CODA acusa a la política de repoblación de la CE de facilitar la vuelta de las especies no autóctonas, de crecimiento rápido. Eduardo de Miguel explica: "Lo que intenta la CE es acabar con el déficit de pasta de papel que se avecina". La CE ha decidido conceder ayudas a los titulares de explotaciones agrarias de 3.000 ecus por hectárea (unas 420.000 pesetas) para la plantación de coníferas y eucaliptos, y de 4.000 (560.000 pesetas) para las frondosas. La CODA resalta que, al ser mucho mayor la rentabilidad maderera a corto plazo de los eucaliptos, se está promocionando su plantación.

Francisco Lueiro, portavoz del grupo ecologista Arco Iris, traduce así su indignación: "Sólo se interesan por el modelo vertical de bosque: monte-industria de papel, principal responsable de que los incendios hayan arrasado el monte gallego de forma intencionada".