Cuatro guardias, dos policías y dos toreros, entre los 40 'narcos' de la red desmantelada en Andalucía
La Guardia Civil, dirigida por los jueces de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y Carlos Bueren, capturó ayer en Andalucía a cerca de 40 presuntos integrantes de una red de hachís controlada por la Mafia calabresa. Entre los detenidos figuran cuatro guardias civiles, un ex guardia, dos policías, el dueño de unos astilleros de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), el torero José Luis Parada y un banderillero. Con esta redada, suman ya 93 los miembros de la red detenidos tras la Operación Pitón del pasado abril -18 capturados- de Bueren, y la captura por Garzón de otros 35 narcos desde 1991, incluido el capo Emilio di G. Esta banda, durante ocho años ha introducido más de 300 toneladas de hachís y blanqueado 8.000 millones en los últimos 12 meses.
Baltasar Garzón y Carlos Bueren, titulares de los juzgados número 5 y 1 de la Audiencia Nacional, dirigieron en la madrugada de ayer desde Sevilla una espectacular redada en diversos puntos de Andalucía contra una red de tráfico de hachís que controla la Mafia, y que ya había sido golpeada meses atrás por ambos magistrados.Garzón viajó a Sevilla con una lista de 36 presuntos narcos identificados, mientras Bueren pretendía la captura de otros 20. Los objetivos se repartían entre las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla. Finalmente, los elementos capturados de esta red rondaban los 40 al cierre de esta edición, y se encontraban en la comandancia de la Guardia Civil de Sevilla. El Servicio de Información de la Guardia Civil, que dirige el coronel Ángel López González, ha llevado el peso de esta investigación, ya que al actuar en labores de anticorrupción, no parecía oportuno encomendárselo al servicio fiscal (antidroga) del instituto armado.
En esta operación han caído cuatro guardias civiles y un exmiembro del instituto armado: un sargento del servicio fiscal con base en Sevilla y anteriormente en Chipiona, José Ramírez; dos guardias con destino en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz); otro, en el Puerto de Santa María (Cádiz); y un ex guardia, dado de baja del cuerpo por incapacidad física, que residía en Sevilla. Tres de los guardias ya habían ingresado anoche en la prisión de Sevilla 2. Igualmente, tras las pesquisas de este cuerpo y ambos jueces, fueron detenidos dos miembros del Cuerpo Nacional de Policía, de la escala básica. Uno de ellos, Serapio Durán González, pertenecía a la brigada de Seguridad Ciudadana de Sevilla y el segundo, Antonio Ibáñez Soto, trabajaba en Sanlúcar de Barrameda.
Astilleros como tapadera
En este operativo fue detenido el propietario de unos astilleros -Construcciones Navales del Guadalquivir- situados en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, Juan Manuel Vargas Tejero, y su hijo Francisco Galvez. Según el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), Vargas Tejero, el Cagalera. Esta empresa, supuestamente, era utilizada para la introducción de hachís en la Península. En la operación fue capturado igualmente, el exdirector del Banco Central en Chipiona (Cádiz) José Antonio Lorenzo Bretón. El SVA ha investigado 66 sucursales de 28 entidades bancarias de Sevilla y de los municipios gaditanos de Sanlúcar de Barrameda, Chipiona y Jerez.
José Galán Barroso, propietario de varios invernaderos en Sanlúcar de Barrameda, fue detenido igualmente en la operación. También fue apresado Antonio Moreno Romero, según el SVA, propietario de tres barcos pesqueros con los que supuestamente introducía hachís en España, así como Antonio Delgado Nieves, Francisco Verdún -el principal capo y sobornador de la red caído en esta ocasión-, y José Monge Castro, hermano del ya detenido meses atrás Alfonso Castro, jefe de una de las tramas de esta red, cuyo vértice superior se situaba en el italiano Di Giovine. Alfonso Monge Castro, empresario de Chipiona, blanqueó presuntamente 500 millones de pesetas. Además del torero José Luis Parada, fue detenido el banderillero, Juan Pérez Montiel, subalterno del matador colombiano César Rincón. Este último, presuntamente, intervinoen la introducción de varios alijos, que ocultó en una finca que compartía con el anterior.
Durante meses, agentes del servicio de Información de la Guardia Civil se han infiltrado en los lugares donde trabajaban los funcionarios sospechosos de corrupción. La operación adquirió mayor dificultad una vez que en abril pasado el juez Carlos Bueren, ya detuvo a cinco guardias civiles corruptos, cuyos servicios había comprado esta red a golpe de millones. No obstante, los responsables del instituto armado habían declarado una prioridad de su departamento: la finalización de esta ambiciosa operación anticorrupción. Ya entonces, se advirtió que con esas detenciones, no se había extirpado a la totalidad de agentes corruptos, sino que la trama se extendía a otras provincias andaluzas, al margen de Cádiz, como Huelva, Málaga, Jaen.
Operación abierta
Aún ayer fuentes del instituto, no daban por zanjado este foco de corrupción vinculado a fuertes sobornos de la Mafia y preveían nuevas fases de la Operación Pitón. La labor de los agentes, no sólo habría consistido en algunos casos en hacer la vista gorda, sino en colaborar activamente en la introducción o distribución de la droga, según fuentes de la investigación. La red, mediante soborno, se había garantizado la protección de agentes para la entrada de droga por puntos como el Puerto de Santa María o Sanlúcar de Barrameda, de ese modo la organización reducía los riesgos, al disponer de distintos sistemas para desembarcar los alijos. Algunos de los detenidos fueron apresados en localidades como Cazalla de la Sierra, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaira, e incluso en la frontera de La Junquera (Gerona), donde cayó el conductor de un camión, en el que no se halló droga.
En principio, no se preveía que en la operación se interviniera droga ya que el objetivo único era la desarticulación de esta red que ha introducido toneladas de droga en España desde Marruecos para su distribución en Centroeuropa. Según el SVA, que logró ocho de las detenciones, esta red alijó en los tres últimos años 200 toneladas de hachís y blanqueó en los doce últimos meses 8.000 millones de pesetas. En la redada, se intervinieron 100 millones de pesetas.
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