Los 197 cantes de Antonio Mairena

Por primera vez en la historia se editan las grabaciones completas de un cantaor flamenco. Las de Antonio Cruz García (1909-1983), don Antonio Mairena en el arte, que dejó una obra que es probablemente el más extenso e importante legado sonoro hasta hoy registrado por un cantaor. Son 16 discos compactos, en total 197 cantes, desde 1941 a 1983, año éste de su muerte y de la aparición póstuma de El calór de mis recuerdos, considerado el testamento musical del cantaor.

Antonio Mairena culminó con su propia vida y su propia obra la misión que se había fijado desde que comenzó a comprender lo que pasaba con el flamenco. Se trataba de dignificar un arte generalmente despreciado y maltratado por casi todos cuantos se acercaban a él sin conocerlo ni sentirlo en su verdadera dimensión. Él pasó por todo desde que, adolescente aún, comenzó a querer dedicarse al cante, abandonando incluso el trabajo en la fragua familiar. Primero fueron las reuniones para los señoritos juerguistas, a quienes el flamenco interesaba en realidad muy poco. Después, el trabajo en los cuadros de baile, en tablaos y formaciones teatrales, en las que cumplió una etapa -de la que nunca renegó- cantándole durante varios años al bailarín-bailaor Antonio.Antonio Mairena era ya un cantaor maduro cuando le llegó el reconocimiento general y se comenzó a tener en cuenta sus opiniones y sus dogmas respecto al cante. Había pasado el medio siglo de vida y se había enriquecido con una experiencia de la que sacaría importantes enseñanzas. Le preocupó más que a nadie investigar la verdad del cante y transmitirla a los demás, bien en libros como Mundo y formas del cante flamenco -todavía considerado por muchos la biblia de la flamencología- y Las confesiones de Antonio Mairena, bien en charlas y conferencias, artículos y otras actuaciones públicas. Con una trayectoria insobornable en este sentido, Antonio Mairena se convirtió en los últimos años de su vida en el maestro por excelencia, el hombre cuya sabiduría flamenca era punto de referencia ineludible. A esa inquietud recreadora de Antonio Mairena se debe que algunos cantes hayan sido recuperados y puestos de nuevo en circulación, salvándolos del olvido al que parecían fatalmente destinados.

Todo esto es lo que da carácter de acontecimiento artístico, sin precedentes en el flamenco, a esta integral de la obra de Mairena. Son 16 discos con 197 cantes, en los que predominan siguiriyas y soleares y en los que estuvo acompañado por algunos de los más grandes guitarristas de su tiempo. El precio de esta integral ronda las 25.000 pesetas.