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Antonio Gala lleva la mistica y la picaresca al teatro musical

El escritor estrena en Madrid 'La Truhana', con Concha Velasco

Rocío García

La Truhana es la historia de una pícara con la que Antonio Gala ha rendido el homenaje que siempre deseó a la novela picaresca, a la que considera "la más representativa de la realidad española, mucho más que el teatro del Siglo de Oro". Con este musical, que se estrena hoy en el teatro Calderón de Madrid bajo la dirección de Miguel Narros y con Concha Velasco de protagonista, Gala traslada a nuestra época la vivida durante el reinado de Felipe IV, unidas ambas por "la deificación del dinero y el fracaso de los ideales".

La truhana es el segundo experimento de Gala en el teatro musical, tras Carmen, Carmen. "Yo había dicho que dejaba el teatro por la novela, precisamente porque encontraba que el teatro estaba en un estado preagónico, estado al que no es ajeno la intervención del Estado. El teatro es un diálogo como el que debe haber entre el dios y su criatura. El teatro se desarrolla entre el escenario y el auditorio, y si interviene alguien en ese diálogo, ese diálogo se quebranta. Poco a poco hemos ido echando entre todos a los espectadores del teatro a patadas, ofreciéndoles un teatro impuesto. Y un teatro impuesto no se mantiene nunca. Yo he querido con los dos últimos experimentos míos de teatro musical darle al teatro todo lo que había perdido, toda la fantasmagoría, la luz, el color, la danza, la música, todos los atractivos que sólo el teatro tiene frente a otros medios, enlatados, no digo que sean una lata, pero que por lo menos están enlatados como el cine y la televisión", dice el escritor, que ya tiene preparada la primera versión de su segunda novela.

La truhana, que ya se representó en la Expo de Sevilla, es un musical que se desarrolla en la época de Felipe IV y que, en palabras de su autor, "se parece a la nuestra por la deificación del dinero y el fracaso de los ideales

Realidad hostil

Esta situación suscita, según Gala, "una especie de exilio interior por parte de una serie de gente que en la época de Felipe IV produce la mística y en la nuestra una búsqueda de ideales religiosos. Es una huida de la realidad por arriba, una realidad hostil como la nuestra". Por otra parte, "también suscita una negación de los ideales comunes, de las tradiciones, del honor y de la fama que llevan a la picaresca". Con una diferencia: "Nuestra picaresca es, quizás, a más grande estilo, porque es más trincona y obtiene muchos más grandes beneficios".

La Truhana es la historia de una cómica que, huyendo de las pretensiones del monarca, recorre gran parte de la geografía española hasta embarcar hacia la Nueva España, que ella espera sea un poco mejor. "Es la contrafigura de La Calderona, otra cómica de la: época que acepta los requerimientos de Felipe IVI tiene un hijo de él y es arrojada a un monasterio de monjas para que se pudra en él por haber sido madre de un príncipe", dice Gala. La Truhana narra la huida de la pícara y la persecución a la que es sometida, que ella cree que es para entregarla al Rey y que en el fondo se convierte en una persecución amorosa por parte de su perseguidor.

Para este musical, Gala tenía protagonista antes de comenzar a escribirlo. Es más, Gala escribió La Truhana pensando en Concha Velasco. "Por primera vez en mi vida, la protagonista me había sido dada", confiesa el escritor, -que dice que en nuestro país "hay muy pocas actrices infinitas que verdaderamente bailen, canten, actúen, se desenvuelvan con naturalidad en el escenario y con todo el garbo y el atractivo que tiene que tener una protagonista de un musical. En España, prácticamente sólo Concha Velasco".

Ante esta época de deificación del dinero, Gala cree que la crisis económica y unos momentos de pobreza pueden beneficiar a España: "Toda la supuesta riqueza que hemos vivido ha sido un mero invento, ahora ha quedado de manifiesto. Los españoles siempre hemos asumido que somos un país pobre y hemos vivido muy felices. Cuando el presidente González dice que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, yo pregunto: ¿Y quién ha empujado a este país a vivir por encima de sus posibilidades? Todo es atroz, desastroso".

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