Un millar de personas mueren en bombardeos realizados por seguidores de Nabíyev en el sur de Tayikistán
La utilización del material pesado tomado al Ejército ruso por parte de los partidarios del derrocado presidente de Tayikistán, Rajmón Nabíyev, ha causado mil muertos al ser bombardeado un puente en la ciudad de Kurgán-Tiubé -situada al sur del país y cerca de la frontera con Afganistán-, según difundió anoche la televisión rusa. "El número de muertos no puede ser precisado, pues la gente caía en grupos compactos, pero se estima en al menos un millar", dijo el. locutor. El alcalde de la ciudad se limitó a confirmar un gran número de muertos y herido.Cuatro oficiales rusos seguían ayer secuestrados y el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que había enviado refuerzos a la zona del conflicto y ordenado a las tropas desplegadas en la república centroasiática que pusieran fin "de manera resuelta" a las acciones que "los grupos combatientes" realizan contra los soldados y sus familias.
Los enfrentamientos entre grupos islámicos y los denominados guardias de Kuliab, -otra región del sur-, partidarios del ex comunista Nabíyev, han convertido Kurgán-Tiubé en una ciudad fantasma, al huir la mayor parte de sus 60.000 habitantes. Su alcalde, el islámico Nurali Kurbánov, aseguró ayer que "el más moderno material pesado ha sido usado contra el pueblo indefenso" y causado "centenares de muertos y heridos", entre ellos, el jefe de la policía local y 13 de sus agentes.
Kurbánov acusó a los militares rusos de ponerse del lado de los partidarios de Nabíyev y facilitarles los carros de combates que martillean su ciudad y pidió su inmediata retirada de Tayikistán. Los portavoces del Ejército ruso niegan cualquier vinculación a una de las partes contendientes. Y, a tenor de la nota emitida por el Ministerio de Defensa, no muestran ninguna intención de abandonar de momento el país. Por el contrario, la nota advierte que aquellos que "lleven a cabo acciones ilegales contra las unidades del Ejército ruso cargarán con la plena responsabilidad por sus acciones y sus consecuencias".
La dimisión de Nabíyev el pasado día 7 no sólo no ha resuelto los problemas de Tayikistán sino que el conflicto armado se ha agravado. Las fuerzas democráticas e islámicas, junto con algunos ex partidarios de Nabíyev, se han hecho teóricamente con el poder pero carecen de fuerza para imponer sus decisiones, especialmente la de desarmar a los grupos irregulares.
Por otra parte, los máximos dirigentes de Rusia y Georgia, Borís Yeltsin y Edvard Shevardnadze, se reunieron ayer en Moscú para tratar de reconducir las relaciones entre ambos países.
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