Italia prevé para fin de año la vuelta de la lira al SME

Fuentes del Ministerio del Tesoro de Italia descartaron ayer que el Gobierno estudie la adopción de medidas orientadas a limitar los movimientos internacionales de capitales, como las ya introducidas por España e Irlanda. Portavoces del mismo departamento han sugerido, en cambio, que la suspensión de los mercados monetarios -un paso dado sólo por Roma en el contexto de los Doce y que también tiene el efecto de limitar la fuga del dinero- se mantendrá hasta que la lira vuelva al Sistema Monetario Europeo (SME), lo que podría no ocurrir hasta finales de año, con la aprobación parlamentaria de los presupuesto del Estado italiano para 1993.

En contra de la limitación de los movimientos de capital se pronunciaron ayer representantes de grandes empresas italianas, como el consejero delegado de la Fiat, Cesare Romiti, quien afirmó que la medida "no" es necesaria, y que sería "totalmente negativa para el desarrollo de la economía del país". Más prudente, el presidente de Olivetti, Carlo de Benedetti, declaró, en relación con el mismo asunto: "Otra cosa es que sea inevitable o no (la introducción de las limitaciones), pero el mero hecho de hablar de ellas es ya triste".

Incluso la televisión estatal italiana ha informado de un notable incremento del tráfico de liras en billetes hacia la ciudad suiza de Lugano, que se habría registrado con posterioridad a la decisión de suspender el mercado interbancario en divisas y, por tanto, el fixing (cierre con cotización media) diario de la lira, adoptada la semana pasada cuando la divisa italiana salió del SME. Fuentes bancarias indicaron ayer en Roma que el mercado monetario privado se había reactivado ligeramente tras conocerse, el pasado martes, que la situación actual tenderá a prolongarse. No obstante, la falta de una cotización oficial de la lira en Italia y la escasa transparencia del sistema bancario italiano siguen dificultando los cambios, y sobre todo la compra de divisas.

Ayer, bancos distintos compraron el dólar en Roma a 1.180 liras y a 1.215 liras, lo que suponía un desafío para el turista y sus pequeñas operaciones. La banca era, en cambio" muy reacia a vender dólares en cantidades mínimamente significativas, como no sea a tipos próximos a las 1.170 liras, cuando el dólar está estabilizado, como ayer, en 1.250 liras en el mercado paralelo. Lo mismo vale para las transacciones electrónicas.

Esta situación, que se explica por la incertidumbre sobre la cotización real de la lira cuando se abran los mercados, y probablemente también porque los bancos tratan de compensar con los cambios la devaluación que han sufrido, por ejemplo, sus carteras de Bonos del Tesoro italianos, perjudica especialmente a las pequeñas empresas que deben seguir importando materias primas en condiciones difíciles.

Sin embargo, el gobernador del Banco de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, sugirió el jueves que la suspensión del mercado va para largo. Ciampi vinculó, en efecto, el retorno de la lira al SME, no a los resultados de la cumbre europea de octubre, sino a la aprobación parlamentaria de los presupuesto del Estado italiano para 1993. Ahora bien, el Gobierno ultimará sus cuentas el próximo 30 de septiembre y sólo a partir de esa fecha podrá comenzar el Parlamento un debate que podría durar hasta finales de año.