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Esquiar en Guadarrama será más barato si se Ilega en tren

Javier Casqueiro

La Comunidad se ha tomado en serio su plan de revitalización turística, para todo el año, de la sierra de Guadarrama. El proyecto fue presentado ayer oficialmente y será aprobado en dos semanas. El debate en la Asamblea y los ecologistas son su principal escollo. La financiación, una incógnita.Para aliviar estas tensiones el Gobierno autónomo ha lanzado dos propuestas atractivas y en teoría imposibles de rechazar: un descuento en los destajos (remontes para todo el día) para los esquiadores que lleguen a Navacerrada en tren y una tarjeta de la sierra que dará derecho a otros beneficios. La primera se está concretando ya con Renfe, y la segunda, que permitirá descuentos en distintos servicios, se está perfilando con los empresarios y comerciantes de la zona.

El Gobierno regional quiere sacar mejor provecho que el actual del mayor pulmón de la provincia, la sierra de Guadarrama, que se compara publicitariamente con el Pirineo, los Alpes o la cordillera andina, pero con la ventaja de que está a sólo 60 kilómetros de la capital. Los datos, además, corroboran estas expectativas: el 58% de los madrileños ha visitado al menos una vez en el último año este territorio; 300.000 esquiadores frecuentan las estaciones de montaña y 100.000 personas tienen su segunda residencia en alguno de los 18 municipios que abarca el plan.

A pesar de que el proyecto es amplio -más de 40 propuestas-, la polémica se ha centrado en una: la utilización de cañones artificiales de nieve en Navacerrada y posiblemente en Valdesquí. El portavoz regional, Jaime Lissavetzky, aseguró ayer que esta resolución no entra en conflicto con la aprobada por la Asamblea para prohibir estos sistemas en Valcotos. Lissavetzky afirmó que permitir el uso de estos cañones no es un delito ecológico, como denuncian algunos partidos y grupos ecologistas, sino todo lo contrario, y que se hace ya en otras seis comunidades autónomas.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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