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En la extinción del incendio del Rincón además de un hidroavión falló un helicóptero

Javier Casqueiro

La Agencia de Medio Ambiente (AMA) ya sabe cómo se produjo el incendio del pasado viernes en Guadalajara, en la sierra del Rincón, en el que murió un retén con cinco personas. Los responsables de la intervención han declarado en la investigación que se sigue sobre el caso y oficialmente se indica que sus órdenes fueron correctas. La AMA ha concluido que el fuego se propagó rápidamente por el "efecto focha", al estallar los pinos recalentados de la otra ladera del valle. Fuentes de la Comunidad han reconocido que ese día "fallaron los medios aéreos": un hidroavión y un helicóptero.

Las declaraciones del jefe de equipo, con 10 años de experiencia contra el fuego, y de los dos agentes forestales que llegaron primero al lugar del incendio, han arrojado algo de luz al suceso. Las distintas versiones oficiales son cada día más coincidentes al resaltar que no hubo órdenes equivocadas pero ocultan datos.Fuentes de la Comunidad han reconocido que uno de los dos hidroaviones tipo canadiers que Icona tiene para actuar en Madrid sólo pudo hacer una descarga de agua, que tardó una hora en ser relevado y que un helicóptero canguro no pudo despegar de su base por un fallo mecánico.

Damián Rodríguez, bombero y representante de CC OO, no da crédito a esta versión. Estuvo 30 horas trabajando en el lugar de los hechos y dice que vio varios hidroaviones, helicópteros y dos avionetas de extinción de la Junta de Castilla La Mancha. Para él las culpas se dirigen hacia la falta de prevención y de medios. Como su sindicato, denuncia la negligencia de la Junta por dejar operar en verano y sin vigilancia especial a la desbrozadora que provocó la primera chispa.

El agente forestal que dio la orden de actuar al retén de pronto ataque dijo ayer en su declaración que les había mandado situarse a media ladera. Los fallecidos fueron encontrados en el fondo del valle, asfixiados y carbonizados.

El fuego, al parecer, era escaso en un primer momento y parecía controlable. El agente situó al retén junto a las llamas para apagarlas con los batefuegos (una especie de pala) y una mochila cargada con 25 litros de agua. La zona donde surgió la chispa fue una ladera, situada en la provincia de Guadalajara, de un valle de la sierra del Rincón. El terreno estaba sembrado de brezos que ardieron a gran temperatura y que con el tiempo calentaron la zona y produjeron un embalsamiento de este aire en el fondo del valle.

Esta bolsa de aire saltó repentinamente hacia arriba y produjo lo que se conoce técnicamente como el "efecto ladera o focha". La ladera que estalló sin contacto directo con el fuego estaba repoblada por pinos jóvenes. Cuando se provocó el efecto había 18 personas trabajando sobre el fuego que se dispersaron. Los fallecidos huyeron "con mala suerte" hacia el cauce del valle. Fuentes de la Comunidad admiten que si los medios aéreos hubieran actuado al completo podrían haber enfriado la tierra y retardado el proceso.

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En Montejo de la Sierra, de donde eran dos de los fallecidos, se reclaman responsabilidades de la Comunidad y se culpa de la decisión de hacer bajar al retén junto al fuego a un agente forestal. La AMA ha concedido 15 días de vacaciones a este agente, que nada tuvo que ver con este fuego pero que no es querido en el pueblo. "Nos habían pedido que los trasladásemos y como no lo hicimos ahora la quieren pagar con él", explicó un responsable.

En el incendio, que aún no ha sido sofocado por entero, han ardido 250 hectáreas de monte, 150 de matorral y 100 de pinares. Unas 130 de la Comunidad de Madrid. "Sigue ardiendo internamente todo lo que se quemó, sobre todo los brezos", señaló Luis Maestre, director de la AMA.

La agencia ha contratado este año para actuar contra los incendios entre el 1 de junio y el 30 de septiembre (plan Infoma) a 586 personas que se reparten entre 28 retenes y 34 puestos de vigilancia. Los contratados cobran 105.000 pesetas al mes si actuan como peones, 115.000 como vigilantes y 125.000 como encargados. El agente forestal fallecido ganaba alrededor de 145.000 pesetas al mes.

Ahora, la única indemnización que cabe es la económica. La AMA cubrirá la muerte de estos trabajadores con un seguro de dos millones y medio de pesetas. Las familias de los que percibían su sueldo a través de Cajamadrid recibirán un millón y medio más.

Icona tiene firmado por su parte un seguro para estos casos de otros tres millones. Además, el Consejo de Gobierno de la Comunidad aprobará una indemnización extra todavía no cuantificada y existe un seguro de responsabilidad civil de 75 millones.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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