_
_
_
_
EL FUTURO DE EUROPA

Dinamarca exige cambios a Maastricht para poder ratificar el tratado

El primer ministro danés, Poul Schlüter, planteó ayer la exigencia de un Tratado de Maastricht lo suficientemente flexible como para admitir las inquietudes danesas e insistió en que si su país no lo ratifica, el tratado no llegará a ver la luz. Schlüter desea una limitación de las competencias de la Comisión, mayor transparencia en la gestión de la Comunidad Europea (CE) y la matización de objetivos como la moneda única, la ciudadanía comunitaria y la política de defensa común.

El conservador Schlüter anuncié que si se responde favorablemente a esos planteamientos, los daneses podrían ratificar él tratado en la primavera de 1993 o en el otoño. Dinamarca espera poder consensuar sus demandas en el seno de los Doce.La CE no puede seguir adelante mientras Dinamarca no someta a referéndum en 1993 un protocolo al acuerdo que garantice más democracia, más apertura y menos centralismo entre los Doce, dijo ayer el primer ministro danés, quien al término de un consejo de ministros recordó al resto de la Comunidad que, de acuerdo con el Tratado de Roma, el proceso de la integración europea debe ser ratificado por todos sus miembros para poder llevarse a la práctica.

Los daneses se negaron a ratificar el acuerdo de Maastrich el pasado 2 de junio, lo que provocó un terremoto en todas las capitales europeas cuya última sacudida ha sido el ajustadísimo sí francés. Desde aquel día, Copenhague busca una fórmula que permita a los daneses participar en el proyecto de la, integración europea y los resultados del pasado domingo le permiten ofrecer una posición, de fuerza.

Schlüter está preparando un llamado libro blanco en el que se, recogen las propuestas danesas al Tratado de Maastrich, que será presentado el 12 de octubre a los socios comunitarios para tratar de lograr un acuerdo especial con ellos. De conseguirse ese asentimiento, añadido como protocolo al tratado, el primer ministro danés tiene, planes de someterlo a referéndum en la primera mitad de 1993, cuando Dinamarca ocupe la presidencia semestral de la Comunidad, aunque dejó en el aire la posibilidad de que no se llegue a votar hasta pasado el verano.

Schlüter manifestó ayer que su Gobierno "tratará de ser inteligente y evitar provocar una reacción de rechazo inmediato" en la Comunidad, que podría sentirse herida por el aprovechamiento danés de la actual coyuntura de crisis. El primer ministro, no obstante, habló de que abogará por la limitación de las competencias de la Comisión", el Ejecutivo de los Doce, y manifestó su deseo de que ésta informe de sus decisiones con rapidez al Consejo de Ministros, que tendría la última palabra. "Las propuestas de directivas, elaboradas por la Comisión y que van claramente contra la corriente de los deseos nacionales de los Estados miembros, deben poder ser rechazadas por el Consejo de Ministros", añadió.

Los daneses también aspiran a matizaciones en el propósito de crear una Política de defensa común, una moneda única y una ciudadanía europea, entre algunas de las ambiciones del Tratado de Maastricht.

La tarea del Gobierno danés para convencer a sus socios comenzará en octubre próximo, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad acudan el día 16 a la cumbre extraordinaria convocada por el primer ministro británico, John Major. En esa reunión, señaló Schlüter, se discutirá el futuro de la Comunidad, una mayor estabilidad para las divisas europeas y el proceso de integración de nuevos países en la CE, el cual, dijo, no debería posponerse. En este último contexto, el primer ministro danés aseguró que la ola de escepticismo sobre la integración europea, y la tormenta monetaria no deben ser obstáculos para los países que han solicitado su adhesión al club de Bruselas, o están en camino de hacerlo, como Suecia, Finlandia, Austria y Suiza.

Schlüter, que defendió el sí a Maastricht durante el referéndum danés, agregó que los europeos deben encontrar un equilibrio y fortalecer su cooperación para evitar la llegada al poder de los nuevos nacionalismos, a los que calificó de "peligrosos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_