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ESPACIO

El 'Hispasat' realiza hoy su operación más peligrosa tras alcanzar la órbita definitiva

El Hispasat, primer satélite español de comunicaciones, se acercó ayer un poco más a su lugar de trabajo definitivo, en una órbita circular a 35.780 kilómetros de la superficie terrestre. Los técnicos del centro de control en Arganda (Madrid) realizaron a las 14.40 la última maniobra de circularización de su órbita. Hoy se intentará la última maniobra decisiva, el despliegue de los paneles solares. Luego falta correr el satélite hasta su lugar definitivo, a 30 grados oeste. Pero cuando termine la maniobra de hoy, los técnicos ya podrán respirar tranquilos. Lo más dificil estará hecho.

La maniobra de ayer era importante, pero la de hoy, en la que se intentarán desplegar los paneles solares, es decisiva para que el satélite pueda funcionar. Arseliano Vega, jefe de operaciones de, Arganda, estaba ayer contento pero todavía tenso tras una semana de trabajo continuo.Desde que el Hispasat llegara al espacio en la madrugada del pasado día 11, ha habido que realizar dos maniobras similares a la de ayer, para circularizar poco a poco la órbita fuertemente elíptica (llamada de transferencia) en la que fue inyectado el satélite por el cohete Ariane. Las dos han transcurrido con normalidad, mediante el encendido esporádico del motor principal del satélite en el momento en que pasa por el apogeo (distancia máxima) de la órbita. Ayer se hizo la última maniobra.

Paneles solares

Fue a las 14.40, tras una reunión de los técnicos en la que se comprobaron los parámetros, de la órbita y su situación exacta. Durante cinco minutos, el Hispasat recorrió los 5.000 kilómetros que le separaban de su órbita definitiva y quedó situado a 38 grados oeste. En los próximos días derivará un grado hacia el Oeste cada día y medio, de forma que alcanzará su posición definitiva, 30 grados oeste, a finales de septiembre. El satélite está ya bajo el control exclusivo de Arganda, y desde allí lo pararán y lo mantendrán indefinidamente en esta posicion nonunal.Mientras tanto, los sensores de sol captan la luz y entonces se procede -hoy- al despliegue por control remoto de los paneles solares, de 20 metros de longitud, que se enfocan para mostrar la mayor superficie posible respecto al Sol. Ésta es una maniobra compleja. Los paneles proporcionarán la energía que necesita el satélite para que funcionen sus sistemas electrónicos.Luego pueden empezar las pruebas ya propiamente de transmisión. Para ello, lo primero que hay. que hacer es apuntar las antenas del satélite hacia las zonas previstas de cobertura (en este caso, la península Ibérica y Canarias y prácticamente toda Latinoamérica, menos Brasil). Otros sensores, éstos llamados de tierra, detectan el horizonte de la Tierra por la diferencia de la temperatura radiada y permiten apuntar las antenas con precisión.El satélite estará en pruebas hasta enero de 1993, en que empezará su vida útil de 10 años, durante la que retransmitirá 16 enlaces fijos de telecomunicaciones, cinco canales de televisión de difusión directa que se podrán recibir con antenas de unos 30 centímetros de diámetro en España, y los dos canales de televisión de ida y vuelta a Latinoamérica, además de las comunicaciones gubernamentales y militares. Estas últimas se retrasarán, porque no estará terminada la infraestructura necesaria para ponerlas en marcha. Hasta abril de 1993 el satélite esperará en órbita a su hermano gemelo, el Hispasat 1-B, que le servirá de apoyo en caso de avería. Dentro de poco habrá que decidir si se hace un segundo par de satélites para reemplazarlos al final de su vida activa.

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