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Entrevista:

"No temo que estalle una guerra con Rusia"

Ucrania celebró el 24 de agosto el primer aniversario de su independencia en medio de una crisis que castiga fuertemente a la población. En año y medio, los precios se han multiplicado por 28, y los salarios, sólo por 10. El primer presidente del joven Estado, Leonid Kravchuk, de 58 años, ha expuesto a EL PAÍS su deseo de integrar a Ucrania en Europa, su rechazo a aplicar la reforma económica de manera acelerada y su voluntad de conseguir una relación de igual a igual con Rusia, con la que no teme que estalle una guerra.

Pregunta. ¿Para qué ha servido la independencia?

Respuesta. Lo principal es que Ucrania, 52 millones de personas, ha logrado formar su propio Estado, algo que nunca había tenido. Este Estado ha desesclavizado al pueblo, que ha obtenido una libertad real, una democracia real. La gente no ha recibido aún el éxito en la construcción económica. Es más, la recesión ha empeorado su situación. Pero valoramos con realismo el problema y comprendemos que, cuando se ha desmoronado un imperio, construir un Estado sin ciertos sacrificios económicos resulta imposible.

P. Después de 30 años de militancia en el partido comunista, ¿qué le llevó a pensar que su país debía prescindir tanto del comunismo como de la URSS?

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R. Yo distingo entre el partido comunista y la teoría científica del comunismo. Esta última, como toda corriente del pensamiento social, tiene derecho a existir en un Estado democrático. Cuando se opta por la prohibición, termina la democracia. Para un partido, sin embargo, lo que importa es su capacidad de plasmar su visión del mundo. Y creo que el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) no pudo ni siquiera aproximarse a los postulados teóricos que habían desarrollado desde los socialistas utópicos a Karl Marx. El partido optó por la dictadura e impuso un régimen cruel.

Cuando, después de 1985, me percaté de lo mucho que el régimen se había apartado de los principios humanistas, me despedí del PCUS. Hoy estoy convencido de que hice bien.

P. ¿Cómo llegó a la conclusión de que se debía prescindir de la URSS?

R. El partido y la URSS son conceptos del mismo orden, porque la URSS se sustentaba sobre el poder del partido. El PCUS aplastaba todas las aspiraciones de independencia y la URSS convertía a las repúblicas que la integraban en colonias.

P. ¿Qué propone su Gobierno para superar la crisis?

R. Hemos dado los primeros pasos para crear nuestro propio sistema crediticio y financiero, estamos sentando las bases para introducir nuestra moneda nacional. Tenemos un programa que prevé estructurar la economía de acuerdo con los intereses del pueblo. Asimismo, la privatización y la desmonopolización están dando sus primeros pasos. Creemos en el mercado y estamos por una economía libre y liberal. Naturalmente, contamos con recibir ayuda exterior para apoyar nuestra moneda a la hora de introducirla y realizar las transformaciones necesarias en todas las ramas económicas.

P. ¿Considera suficiente la ayuda que está recibiendo?

R. No, por ahora no es suficiente. No se han implementado aún las líneas de crédito.

P. ¿Por qué no quiere aplicar una terapia de choque a la economía?

R. Debemos hacerlo todo

poco a poco, de manera gradual, para no provocar una explosión social. Nuestra gente no está preparada psicológicamente ni para la propiedad privada ni para el mercado. Los países occidentales no entienden, a menudo, que he mos vivido durante 70 años den tro de otro sistema. Para la gen te, el mercado es algo terrible; no está acostumbrada a luchar por su vida por cuenta propia. La terapia de choque puede resultar peligrosa. Los comunistas que ocuparon el poder no aceptan fácilmente lo que se está haciendo. Cualquier paso desacertado puede brindarles la ocasión de incitar a la gente.

"Necesitamos ayuda"

P. ¿Cree usted que puede convencer al Fondo Monetario Internacional (FMI)?

R. Si no convencemos al FMI, avanzaremos por nosotros mismos. Pero no podemos dar pasos que acaben, tanto con el Estado como con los primeros pasos de la reforma. Si tratamos de aplicar aquí un esquema clásico, no funcionará. Si los organismos financieros internacionales esperan a que alcancemos ciertas metas ya no necesitaremos la ayuda. La necesitamos hoy.

P. ¿En el futuro Ucrania estará cerca de la Comunidad Europea (CE) o de la Comunidad de Estados Independientes (CEI)?

R. De la Comunidad Europea. Ucrania es un Estado europeo situado en el centro del continente. El lunes voy a Bruselas, donde me entrevistaré con Delors y donde Ucrania dará pasos hacia la CE. Pero no por ello queremos romper los vínculos con los Estados de la CEI.

P. ¿Sigue considerando a la CEI como un instrumento para el divorcio civilizado de los países que formaron la URSS?

R. Sí. Además creo que, cuando este divorcio se produzca la CEI deberá adoptar unas formas nuevas, del tipo asociación: una Asociación de Estados Libres que podría integrar otros, como Hungría, Checoslovaquia o Polonia.

P. ¿Se han encauzado realmente las relaciones con Rusia tras las tensiones que hubo durante la primera mitad del año?

R. Hemos creado una base jurídica. Son los acuerdos de Dagomís y de Yalta. Cuando a Ucrania se le vea no como a una parte de Rusia, sino como a un Estado independiente, como a un socio, todo eso se resolverá.

P. Cuando Ucrania se proclama Estado neutral, ¿responde ello a un afán de distanciarse de Rusia o a razones de fondo?

R. Son razones de fondo. Según nuestra concepción debemos ser un Estado desnuclearizado y fuera de cualquier bloque, que firmará el Tratado de No Proliferación.

P. ¿Cree que se logrará un acuerdo sobre el mando unificado de las fuerzas estratégicas desplegadas en Ucrania?

R. Ahora ya no. Rusia ha creado sus propias Fuerzas Armadas, sus fuerzas estratégicas. Han sido designados los jefes militares, incluido el de las fuerzas estratégicas. No es casual que Sháposhnikov [jefe de las Fuerzas Armadas de la CEI] haya dicho que las fuerzas estratégicas deben estar vinculadas a un Estado concreto. No es una simple frase. Encierra una visión absolutamente nueva. Rusia es un Estado nuclearizado, mientras que Ucrania es un Estado desnuclearizado. Bajo ninguna circunstancia deberá despegar de Ucrania ni un solo misil.

P. ¿Ha temido en algún momento que estalle una guerra con Rusia?

R. No. Temí un cierto conflicto en Crimea este verano, al ver los ánimos de los mandos de la Flota del Mar Negro. Llamé a Yeltsin y lo invité a Yalta. Cuando nos sentamos, nos dijimos: "No vamos a levantamos hasta que encontremos una solución. Y la hallamos".

"Viajaré a España a comienzos del año próximo"

El presidente ucranio, Leonid Kravchuk, está dispuesto a atender cuanto antes la invitación del rey Juan Carlos de visitar España. "Creo que viajaré a su país a comienzos del año próximo", apunta. "Si no cambia nada y si nos da tiempo a preparar los documentos, podría ser incluso antes". El principal documento que se negocia es un tratado de amistad y cooperación que encauce las futuras relaciones.

Kravchuk explica que en la única entrevista que ha mantenido con el presidente del Gobierno español, Felipe González, llegó a la conclusión de que "la experiencia española tiene para Ucrania un valor especial", y, por ello, desean desarrollar "buenas relaciones sobre la base de la igualdad".

Una segunda entrevista de alto nivel la mantuvo Kravchuk en abril pasado con el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. Apenas un mes después se instaló en Kiev de manera permanente el primer embajador español en Ucrania, Eduardo Junco Bonet.

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