Ricos
Tocan a rebato en todos los campanarios de los bancos (que vienen a ser ahora como las iglesias de antaño en cuanto a influencia social), ulula la alarma de inmersión del Ministerio de Economía y los españolitos nos aprestamos a sumergirnos en la crisis negra. Primer recorte fulminante de los gastos: el dinero para la cooperación con el Tercer Mundo. Unos cuantos millones, pura caspa para nosotros,. oro puro para ellos. No sé cómo al Gobierno no le da vergüenza rascuñar unos ahorros que saben tanto a sangre.Por muy mala que sea la venidera crisis (y lo será), los españoles seguiremos siendo ricos y ciudadanos de un país rico. Una distancia sideral, tan enorme que no nos cabe en la cabeza, separa a los países industrializados del Tercer Mundo. Cada año mueren 14 millones de niños menores de cinco años de hambre y subdesarrollo: tienes que haber visto con tus propios ojos alguno de estos inframundos para poder comprender que el infierno existe. Cuando hablamos de los pobres españoles, hablamos de pobres que viven en un Estado rico. Pero los miserables tercermundistas mueren en naciones misérrimas: es una dimensión de dolor y de horror aquí desconocida. A veces nos asomamos a ella a través de la tele: cuando los agonizantes de Somalia se ponen de moda, por ejemplo. Pero enseguida regresamos a nuestra terrible crisis y recortamos el ínfimo 0,23% del presupuesto que dedicamos a la cooperación. Por si alguno de ustedes siente vergüenza, ,como yo, de esa cifra tan chica y achicada, les diré que se acaba de abrir la cuenta Maremoto en Nicaragua en la sucursal 1104 de la Caja de Madrid; que la Cruz Roja tiene la cuenta corriente 9292 del Santander, para ayuda a Somalia, y Ayuda en Acción, la cuenta corriente 11231669 (Fondo para África) del Hispano. Hay más cuentas; vienen en los periódicos. Y convendría usarlas.
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