Érase una voz

Madrid continúa con sus conciertos en la plaza de toros de Las Ventas, coso en el que grupos y artistas españoles despiden su temporada de giras. Este año el pop nacional es el que predomina en su cartel de actuaciones. Primero fue La Unión, y después de Presuntos Implicados, la actuación de anoche de Celtas Cortos y la de hoy de Serrat, sólo faltarán los consolidados Mecano.La plaza de toros cambió de tercio y dio paso a uno de los grupos españoles que mejor saben jugar con la música: Presuntos Implicados. La banda de los hermanos Soledad y Juan Luis Jiménez y Nacho Mañó demostró en las dos horas que duró el concierto, con tres bises incluidos, que sabe hacer de cada recital algo diferente.

Arropados por un escenario sobrio, de luces tenues y decorado envolvente que no distrajo la atención hacia su música, se entregaron mostrando unas tablas que redujeron la incertidumbre del éxito a un tercer plano, donde no pudiese molestar el curso de la interpretación.

Soul, funk, jazz y algunos toques de blues son la base sobre la que despega su música, siempre correcta, pero que en directo adquiere diferentes dimensiones y se hace más pasional y detallista Presuntos Implicados dominan el ritmo y saben dar la cadencia necesaria para mantener ese aire melancólico y dulce que prima en su imaginación. Nacho Mañó, con su bajo, confiere a la inconfundible atmósfera de su música, una forma muy peculiar de entender el jazz. La guitarra de Juan Luis Jiménez, sin embargo, contrapone el movimiento de las notas a un plano más rítmico pero igualmente efectivo. Soledad Jiménez es la narradora, un instrumento más que acaba por definir un estilo que nunca ha perdido su momento.

Para Soledad Jiménez, la seguridad de saber apreciar su voz ha conseguido romper la distancia, que provocaba su innecesario y excesivo empeño de perfección. Ella sigue siendo el pilar fundamental, la pieza perfecta que encaja y da la visión total del paisaje que crean con su trabajo.

El repertorio se centró de manera especial en sus dos últimos trabajos: Ser de agua y Alma de blues, dedicando temas a Billie Holiday como inspiración y al público por estar allí. Presuntos Implicados consiguieron dar un concierto de lección, absolutamente compenetrados con su música y con el público que llenaba la plaza. Soledad Jiménez, ataviada con un vestuario a lo Sandie Shaw, se veía sobre el escenario relajada y segura, prestándole a su actitud escénica la misma importancia que a su voz.

Musicalmente, Presuntos Implicados han inclinado la balanza a su favor, el tiempo les ha conferido personalidad y profesionalidad.