El alcalde nombra un concejal de Limpieza para reforzar el área de Medio Ambiente

El equipo municipal de gobierno de Madrid ha vuelto del verano con un nombramiento en la carpeta: un concejal se dedicará especialmente a la limpieza. Luis Molina, presidente de la Junta Municipal de Moncloa, ocupará la nueva concejalía, que intentará reforzar el área de Medio Ambiente, donde permanece Esperanza Aguirre. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, prometió asimismo ayer que no subirá los impuestos para solucionar la difícil situación económica que atraviesa el Ayuntamiento.

La nueva concejalía de servicios de limpieza se engloba en un ambicioso plan municipal de cuidado de la ciudad. "Este verano hemos terminado la operación limpieza y ya contamos con 155 calles nuevas [mejora del asfalto]. Molina, bajo la inspiración de Esperanza Aguirre, concejal de Medio Ambiente, continuará la labor emprendida por el equipo popular", aseguró Álvarez del Manzano.Esta medida apoya la campaña de vigilancia emprendida por el Ayuntamiento, en la que agentes de la sección ecológica de la Policía Municipal colaboran con el área de Medio Ambiente para impedir el reparto de folletos de propaganda y la colocación indiscriminada de carteles en la calle. Las multas pueden ascender hasta las 15.000 pesetas, además del pago por los daños causados y la limpieza de la zona afectada.

Álvarez del Manzano prometió asimismo ayer que, a pesar de la difícil situación económica que padece el Ayuntamiento, no subirá los impuestos. "Dije que durante los dos Drimeros años de mi mandato se congelarían los impuestos y lo voy a hacer. No voy a resolver los problemas a costa de los ciudadanos". El alcalde, que elogió la privatización como un freno del gasto público, subrayó que la Administración central adeuda al Ayuntamiento 17.000 millones de pesetas.

El 'agujero negro'

Juan Barranco, portavoz del grupo socialista, aseguraba una hora antes que la falta de liquidez en las arcas municipales, con un agujero negro de 122.000 millones de pesetas, amenaza con la quiebra a las pequeñas y medianas empresas que dependen del Ayuntamiento. "Sólo en 1992 deben pagarse 15.000 millones de pesetas de intereses de la deuda municipal".

El alcalde fue contestando las críticas de Barranco, quien, en un desayuno previo con los medios de comunicación, había atacado la gestión económica y cultural del PP. La degradación y el encarecimiento del servicio funerario y la incertidumbre sobre cuándo y dónde se construirán las futuras viviendas sociales fueron algunos de los ejemplos citados del mal funcionamiento. municipal.

En su rueda de prensa, el alcalde enumeró los temas fundamentales a los que se dedicará su equipo durante el nuevo año escolar. En primer lugar, reiteró el carácter urgente de la Ley de Capitalidad, "imprescindible para la capital del reino de España", y anunció reuniones con este fin con el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, y el delegado de Gobierno, Segismundo Crespo. A continuación, expresó la necesidad de alcanzar un pacto municipal. "Yo, como primer alcalde de España, pido a los partidos políticos que lleguen a un acuerdo". Y, para terminar, mencionó el problema planteado por una inmigración que no acaba nunca. "El Gobierno ha de tomarse en serio este tema porque el Ayuntamiento no puede resolverlo".

Tras afirmar que los madrileños habían disfrutado de los Veranos de la Villa "más extraordinarios, más largos y más baratos", el alcalde aseguró que Madrid cerrará en diciembre su capitalidad cultural "tan bien como la empezó". Justificó el éxito mencionando la asistencia masiva a la procesión de la Virgen de la Paloma y al concierto de Plácido Domingo. A esta optimista visión, Barranco contraponía una fúnebre descripción de la actividad cultural de la ciudad. "El PP tiene una visión cuartelera de Madrid. La ciudad está sumida en la mediocridad, sin proyectos ni ilusión colectiva".