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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La guerra en Bosnia

Como promotor y miembro de la Asociación de Solidaridad Hispano-Bosnia, le rogaría publicase en su diario las siguientes objeciones a la información publicada el domingo 22 de agosto bajo el titular Los bosnios matan a su gente en Sarajevo para culpar a los serbios.1. Dado que, según se aclara después, se trata de una presunción, y no de una información objetiva y contrastada, el estilo contundente y afirmativo del titular no parece propio de la imparcialidad exigible a un medio de comunicación.

2. En cualquier caso, incluso si se probara semejante acusación, el término "los bosnios" parece que se referiría a las fuerzas militares bosnias. Como el titular no especifica, resulta insultante porque, según las reglas más ramplonas de la gramática, califica a todos los bosnios de asesinos.

3. La inmensa mayoría de "los bosnios", esto es, la población civil, se encuentran horrorizados, sometidos a un genocidio medieval y a una limpieza étnica impropia de esta latitud y de este tiempo. Para provocar su huida, aquellos que son capturados, antes de ser degollados son torturados, violados, castrados, mutilados, vaciados sus ojos con cucharas. Es urgente el envío de ayuda humanitaria para intentar paliar la situación de cientos de miles de personas, población civil, víctimas inocentes de la guerra, que no tienen ya fuerzas ni para tenerse en pie. Informaciones como la suya sólo pueden crear confusión, en beneficio de los extremistas serbios, que todavía no parecen conocer la diferencia entre una guerra y una sucesión de crímenes de guerra, y cuyo calendario mental y ético parece que se detuvo en 1945, si no en el siglo XV.

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4. Habría, por fin, que preguntarles a 2.200.000 refugiados civiles, forzados mediante el terror a abandonar sus hogares, y cuyo único delito consiste en ser bosnios pacíficos, campesinos desarmados, si ellos han matado a algún compatriota "para forzar la intervención internacional en el conflicto".- Gonzalo Guerra-Librero Fernández.

Intentando contestar

las cuestiones planteadas por Enrique Polo López en Guerra en Bosnia (publicada en cartas al director el 26 de agosto), quisiera aportar las siguientes reflexiones:1. En nuestros días nos encontramos ante un equilibrio del nuevo orden internacional contrapesado por un entramado de intereses económicos, muchas veces indescifrables. Quedó así manifiestamente reflejado en la posición de Estados Unidos en la guerra del Golfo. Aquella rapidez y eficacia queda hoy en día contrastada por la encubierta desidia en la toma de decisiones efectivas en los conflictos de Somalia o Yugoslavia, donde, tachadas de oportunismo electoral, medidas de ayuda alimentaria como pan para hoy y hambre para mañana son aplicadas con gran resonancia en los medios de comunicación.

2. Vivimos en una sociedad políticamente egoísta, donde las medidas son tomadas acordes a un elenco de prioridades económicas, en el Mejor de los casos.

En los foros políticos nacionales e internacionales se oyen frases como: "La crisis yugos lava debe tocar a su fin cuanto antes. A Europa no le interesa el éxodo de la población yugoslava. No interesa una Europa fraccionada. No interesa que la eficacia de organizaciones europeas -UEO, CSCE- creadas para mantener la paz y seguridad sea puesta en tela de juicio. No interesa un mal ejemplo de la consecución de las nacionalidades". En definitiva, éstos y otros intereses imperan sobre los problemas de inanición y guerra civil

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que se suceden sin cesar, sin ir más lejos, en África.

3. En vista de la situación así contemplada, yo doy mi voto a la utopía, definida por el escritor francés Anatole France así: "La utopía es el principio del progreso. Sin los utópicos de otros tiempos, los hombres todavía vivirían miserables y desnudos, en las cavernas".

La utopía está servida por nuestra Comunidad Europa en el Tratado de Unión Europea -Tratado de MaastrichtUna Europa de corte federalista sería más coherente en sus decisiones. El tratado proclama una política exterior y de seguridad común, esencial en los siguientes puntos: a) Dar el empuje necesario a organizaciones europeas como la UEO, CSCE, ganando así protagonismo en la escena militar europea. Ya es hora de que Europa resuelva sus problemas por sí sola y no dependa del paternalismo norteamericano. b) Una Europa con una sola voz sería más eficaz para resolver los problemas de Somalia o Yugoslavia.- José Jorge Díaz del Castillo.

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