Cogida menos grave de Rafael Osorio en Colmenar

Rafael Osorio fue cogido por el segundo de su lote, cuando con la muleta en la mano izquierda citaba en terrenos comprometidos.

Los novillos de Blanca Pefia tenían una presentación irreprochable, pero por desgracia, a pesar del trapío, luego no demostraron bravura y eran flojos de remos. El lote de José Antonio Muñoz era además inválido, y el espigado novillero no evitó que sus novillos se dieran varias costaladas en diferentes pasajes de la lidia. Su. corte elegante y su templanza, se quedaron sin lucimiento posible; era difícil hacer de enfermero con el bonito y endeble material de Blanca Peña.

Rafael Osorio manejó el capote con evidente torpeza. Era visible que estaba verde para ponerse delante de novillos tan cuajados y en plaza de tanta responsabilidad como la de Colmenar Viejo. Con el colorao, soso y noble, que le correspondió en primer lugar, realizó una faena en tablas irregular, con tandas de redondos aceptables de fino trazo, sin llegar construir una faena completa. La cogida llegó por quedarse muy quieto y con la muleta retrasada.

Los rejoneadores dieron algo de espectáculo al público colmenareño. Con toros mansos de Cobaleda destacó Antonio Domecq, por el manejo elegante de sus cabalgaduras y por el acierto a la hora de clavar reunido, dando el pecho del caballo a la hora de acudir al embroque. Mayor seguridad en la monta denotó el otro Domecq, pero no el mismo acierto para prender rejones y banderillas.

Ginés Cartagena estuvo espectacular y brioso; mejor con las banderillas y su suerte del. violín, que con los rejones. Curro Bedoya tuvo una actuación gris y se dejó rozar en demasía las grupas de sus caballos.