Lo que eligen las figuras

En la popular plaza de la perifería madrileña, conocida como la "tercera", empezó la feria con una corrida de las más codiciadas por las figuras. Ellos sabrán por qué eligen tales toros. Lo habitual es encontrarse con bureles comoditos, dulces y mansos.Joselito salió a hombros después de dos faenas en las que lo mas destacado fue la tranquilidad ante sus toros, y el hecho de que no pecó de morosidad con la pañosa: en parte porque los toros de Jandilla se apagaban en cuanto se les daba cinco muletazos seguidos.

En su primero Joselito instrumentó los mejores pases en el toreo en corto, cuando remataba los muletazos detrás de la cadera. Antes de entrar a matar se sintió en unos ayudados templaditos que agradaron. Después, en el último, alcanzó los momentos más emotivos en el comienzo de la faena de muleta. Sentado primero en el estribo, luego con un trincherazo y a continuación con un cambio por la espalda, se fue con garbo hasta los medios. Y mientras el toro quiso seguir la muleta planchada de Joselito, hubo momentos de bella factura en el toreo en redondo.

Curro Vázquez, ante el aborregado castaño primero, tuvo que dimitir, era imposible hacer nada más que algún pase de pecho de cuidadoso trazo. En el cuarto, que tenía más entereza o empuje, pudo hacer el toreo en redondo en la única tanda que le fue admitida por el toro. Amén de un trincherazo de su propiedad y su torería en el ruedo.

El de Sanlúcar de Barrameda, al toro que se dejó, le instrumentó una faena de parón y toreo en corto que el público le jaleó. Y al otro, que tenía problemas, se lo quitó de pronto de en medio y no intentó la lidia adecuada de sometimiento. Con él no van esas peleas, parece decirse.