_
_
_
_
_

La larga espera de los 'árabes del pantano'

Bagdad prepara alternativas contra el escudo que Occidente quiere prestar a los shiíes

El retraso en la imposición de una zona de exclusión aérea en el sur de Irak deja a millares de opositores al régimen de Sadam Husein a merced de sus helicópteros y bombarderos. Desacuerdos de última hora entre las principales potencias impidieron el lunes, la aprobación de una acción conjunta en el marco de las Naciones Unidas que se habría traducido en la paralización de la aviación iraquí al sur del paralelo 32, a fin de proteger los reductos de opositores shiíes en una vasta zona pantanosa cerca de Basora.

La situación de los árabes del pantano que Sadam Husein tiene en el punto de mira, sigue siendo confusa, ya que Bagdad sólo ha permitido la presencia de un reducido grupo de periodistas de la televisión estadounidense. Escoltados por guías oficiales, esos periodistas registraron sólo manifestaciones de apoyo a Sadam en un ejercicio de dudosa espontaneidad y que pretende desvirtuar la campaña de oposición shií que Bagdad quiere sofocar a sangre y fuego.Fuentes de la oposición aseguran que el régimen iraquí ya está aprovechando el titubeo occidental para reforzar su asedio a los árabes de los pantanos movilizando más unidades de artillería pesada que, en acción, tendrían prácticamente el mismo efecto que la aviación. Ansioso por evitar un nuevo enfrentamiento armado con los aliados, Bagdad no tendría más opción que respetar la zona de exclusión aérea, pero aún así estará en condiciones de continuar su implacable acoso contra los shiíes del sur, agregan esas fuentes.

La idea de implantar un mecanismo de protección aérea para casi la mitad de la población iraquí en una zona que cubre el 35% del territorio de Irak volverá a ser discutida en las Naciones Unidas esta semana, y seguramente el debate se hará eco del informe de la ONU que denuncia "alevosas violaciones de los derechos humanos" contra la población.

Escepticismo árabe

Junto a los enormes riesgos internacionales se suma el escepticismo de la propia oposición iraquí y la abierta crítica de Egipto y Siria, amén del recelo de Turquía, que ven en la imposición de una zona de exclusión aérea un primer paso hacia una indeseable desintegración física de Irak. "Incluso si Sadam se ve forzado a mantener sus aviones lejos del paralelo 32, su ejército podrá mantener su presión sobre los rebeldes", aseguró ayer un analista militar árabe. "La protección de los árabes de los pantanos requiere de una operación de mayor envergadura que incluya un desplazamiento terrestre, un riesgo que EE UU no va a correr".Sin más protección que los juncos y cañaverales y abandonados por las potencias que les ofrecieron apoyo tras la guerra, los shiíes que luchan por derrocar al régimen de Bagdad se han mimetizado entre los numerosos clanes de árabes de lospantanos a los que Sadam Husein elogiaba hasta hace poco por su valor en la guerra contra Irán. Hoy son aliados de los rebeldes que huyeron tras su frabasado alzamiento al finalizar la guerra.

Los gobernantes de lo que hoy es Irak han estado siempre en conflicto con las gentes de los pantanos. Uno de sus más implacables verdugos fue el rey asirio Sennacherib. Lo espantoso es que hoy se les puede combatir jugando con elementos tan afines como el napalm y los cañaverales secos del verano.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_