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Una consulta sin claro vencedor

El presidente francés, François Mitterrand, repite desde hace varias semanas que él no interpretará como un triunfo personal una victoria del sí en el referéndum sobre la ratificación del tratado de unión europea suscrito en la ciudad holandesa de Maastricht. Es su modo de intentar evitar que la consulta se convierta en un plebiscito sobre su ahora impopular figura política.El presidente socialista tiene en mente las consecuencias del referéndum del año 1969 sobre la regionalización, en el que el presidente Charles de Gaulle puso también en juego su título de jefe del Estado. Los franceses votaron no y el general tomó el camino de la jubilación y la muerte. Pero François Mitterrand también es consciente de que, aunque triunfe el sí en la consulta popular, los socialistas no podrán capitalizar ese resultado en las elecciones legislativas del próximo mes de marzo.

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Maastricht o el caos

Lo curioso es que la oposición de centro y de derecha tampoco puede, en ningún caso, rentabilizar la consulta sobre los acuerdos de Maastricht. Y eso porque la UDF defiende el sí y el RPR, a excepción de su líder, Jacques Chirac, y algunos fieles, propone el no.

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