Washington establecerá relaciones con las repunucas, balcameas
El presidente de Estados Unidos, George Bush, anunció ayer que su país establecerá relaciones diplomáticas plenas con Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina. En una conversación con periodistas una vez concluido un viaje electoral, el presidente estadounidense argumentó que, ante el deterioro de la situación, "debemos apoyar a los Gobiernos legítimos de Eslovenla, Croacia y Bosnia-Herzegovina".Bush añadió que se "deben seguir reforzando las sanciones contra Serbia" para conseguir su total aislamiento económico y político. Con relación a los campos de detención, el presidente de Estados Unidos aseguró que no descansará hasta que la comunidad internacional consiga acceder a ellos. "Para poner fin a esta pesadilla humana, deberaos detener la purga étnica y abrir todos los campos a la inspección internacional", declaró Bush.
Sobre el posible empleo de la fuerza en la región, Bush dijo: "Espero de todo corazón que no sea necesario, pero la comunidad internacional no puede permanecer impasible y consentir que mueran de hambre nifios inocentes, mujeres y hombre. Aunque no ocultó que la situación militar en la zona es muy complicada, aseguró que, si es necesario, se utilizará la fuerza para distribuir ayuda humanitaria.
En este sentido, los países miembros de la Alianza Atlántica decidieron en Bruselas diseñar planesde acción militar en el territorio de la antigua Yugoslavia para garantizar el suministro de ayuda humanitaria, informa Reuter.
El rival electoral de Bush, el candidato demócrata, Bill Clinton, no ha sido tan prudente como el actual presidente y pidió el miércoles el uso de la fuerza aérea norteamericana sobre los objetivos militares en Serbia para "detener esa carnicería".
El vicepresidente de Bosnia, Ejup Ganic, quien sí desea la participación internacional, solicitó el miércoles en Londres, en nombre de la población croata y musulmana de Bosnia-Herzegovina, una "intervención militar exterior". En respuesta a su petición y a la de la ex primera ministra Margaret Thatcher -favorable al suministro de armas a los bosnios-, el Gobierno británico reiteró ayer que no intervendrá militarmente en el conflicto.
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