Gorazde, a punto de caer a manos de los serbios
BihacLa ciudad de Gorazde, uno de los últimos focos de resistencia musulmana en la parte oriental de Bosnia-Herzegovina, donde aún sobreviven, sin ayuda de ningún tipo desde hace meses, unas 60.000 personas, se defendía ayer desesperadamente, pero su caída a manos serbias parecía inminente, dada la falta de alimentos, medicinas y armas de la población. Ni las Naciones Unidas ni ninguna organización humanitaria ha recibido permiso para entrar en esta ciudad desde hace más de cien días. Se teme que su caída sea seguida de una operación de limpieza étnica y de represalias por parte de las fuerzas serbias, similar a las que padecieron otras ciudades del este y del norte de la república de Bosnia-Herzegovina.
ESPECIAL,Tan sólo en Koserec, un barrio de Prijedor, el día 25 de mayo había en las calles más de 600 cadáveres de hombres, mujeres y ninos, según manifestaron porseparado refugiados huidos a Zagreb y Bihac.El médico Mirza Mujadic, vecirio de Koserec, tuvo que pasar junto a otros cuatro musulmanes, tres semanas en un agujero de tres metros de diámetro, cubierto por ramas y hojas sobrevivió bebiendo rocío por que el amigo croata que les traría agua y comida de la ciudad había sido ejectitado. Relata que, durante tres días, guerrilleros serbios llegados de otros puntos de Bosnia se dedicaron a una verdadera matanza en dicha ciudad. Varios centenares de muertos fueron llevados en camiones y escavadoras al vertedero de basura, donde hasta ocho días más tarde no se permitió a sus familias identificarlos y recogerlos para enterrarlos.
Segregación étnica
La amenaza del líder de la guerrilla serbia, Radovan Karadzic, proferida en Londres hace tres días, de que todo nuevo alto el fuego está condicionado a la aceptación de sus planes de segregación étnica en el territorio de Bosnia-Herzegovina, fue ayer- apoyada por un violentísimo ataque serbio contra la capital. Sarajevo fue objeto de unc de los más intensos bombardeos desde que empezó la guerra, con centenares de granadas de la artillería serbia que causaron al menos ocho muertos, numerosos heridos e incendios en el centro de la ciudad.
Cinco soldados ucranios de las tropas de las ONU resultaron heridos -dos de ellos de gravedad- por una granada de mortero durante los combates en un suburbio de la. capital. Eran responsables de un radar instalado por la ONU para fiscalizar las violaciones del alto el fuego. El aeropuerto de la ciudad tuvo que ser cerrado a los vuelos de ayuda humanitaria. Algunos observadores explican este recrudecimiento de los combates por el establecimiento de una Fecha, la del 24 de agosto, para el inicio de una conferencia internacional sobre Bosnia-Herzegovina en Londres. Para entonces, Karadzic quiere haber logrado el grueso de sus conquistas territoriales y la limpieza étnica de las zonas ocupadas.
Los nuevos alcaldes de las ciudades de mayoría musulmana ocupadas por las fuerzas serbias en las últimas semanas, como Bosanka Krupa, Sanski Most y Prijedor han solicitado ya oficialmente a la ONU que evacúe de allí a miles de musulmanes que, según afirman, lo han solicitado voluntariamente, como confirmaron a EL PAÍS fuentes de las fuerzas de las Naciones Unidas en la ciudad de Bihac.
Mientras, en Zagreb estallaba ayer una verdadera bomba política con la publicación de un sondeo del diario Slobodna Dalmacija, el más independiente de Croacia, que da como posible una derrota del actual presidente, Franjo Tudjman, en las elecciones presidenciales y legislativas del próximo domingo. Según el sondeo, con un 37% de los sufragios, Tudjman no lograría los votos necesarios para ser reelegido en la primera vuelta. En la segunda, en un pulso con el segundo clasificado en el sondeo, Drazen Budisa, del Partido Social Liberal, Franjo Tudjman seria derrotado.
Este resultado, que hasta ahora parecía impensable, abriría nuevas incógnitas para el curso de la guerra. Al contrario de Tudjman, muchos dirigentes políticos croatas no consideran concluido el conflicto. Budisa, sin duda de talante más liberal y democrático que Tudjman en lo que respecta a la política interior, se encuentra en cambio entre los que abogan por la recuparación de las zonas ocupados por fuerzas serbias, casi un tercio del territorio.
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