El Rey entregó los premios Barcelona 92

Juan Carlos I hizo entrega ayer de los premios internacionales Barcelona 92, que concede Olimpiada Cultura]. El marco del acontecimiento fue el Palau Nacional de Montjuïc, que de esta manera vive su primera inauguración sin sobresaltos políticos y en normalidad, desde que Alfonso XIII lo inaugurara en 1929, bajo la dictadura de Primo de Rivera. Ayer, el gran Salón Oval del recinto fue ocupado por representantes del Comité Olímpico Internacional (COI) y una nutrida delegación de la clase política catalana, española y de la realeza europea.

El Museu Nacional d'Art de Catalunya, que se albergará en el Palau Nacional de Montjuïc, se ponía de largo ayer con esta inauguración de una parte de las salas, tras unas obras que han durado dos años.El Salón Oval -escenario donde en 1954 la selección española de hoquey se proclamó campeona del mundo, siendo presidente de la Federación de este deporte Juan Antonio Samaranch, actualmente al frente del Comité Olímpico Internacional-, todavía presentaba rastros de los trabajos que incansablemente acabaron de realizarse a lo largo de toda la noche del domingo y de la mañana de ayer.

El primero en dirigir la palabra al auditorio fue el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, quien aseguró que el museo será uno de los 10 mejores de Europa y añadió que el interés de las instituciones debe orientarse en el futuro hacia la cultura.

Maragall agradeció a quienes han participado en la reestructuración del museo y dio paso a la entrega de los premios internacionales, que realizó don Juan Carlos.

El holandés Rem Koolhaas recibió el premio Antoni Gaudí de Arquitectura; la soprano barcelonesa Victoria de los Ángeles, el Pau Casals de música. El artista iraní nacionalizado estadounidense Siah Armajani, el Joan Miró de las artes plásticas; el grupo formado por Josep Amat, Alicia Casals, Albert Oliveras y Ricard Villá, de la Universidad Politécnica de Catalunya, el premio Narcís Monturiol de innovación tecnológica; y el periodista y crítico de arte australiano Robert Hughes -autor del ensayo narrativo Barcelona (Anagrama)- recibió el premio Brusi de periodismo.

Precisamente fue Robert Hughes quien en nombre de todos los galardonados, dirigió unas emotivas palabras ensalzando la transformación que ha vivido la ciudad de Barcelona. El crítico de arte de origen australiano de la revista Time Magazine aseguró que el poeta Maragall estaría contento de ver cómo ha transformado un nieto suyo esta ciudad. "No hay ninguna ciudad de la que me gustaría recibir más un premio que Barcelona", subrayó el crítico, para añadir: "Nunca he visto transformarse una ciudad con tanta inteligencia y entusiasmo". Las palabras de Hughes fueron seguidas por un concierto de la Orquestra de Violoncels, dirigida por Lluís Claret, que en medio de una acústica bastante infernal puso el broche de oro con el Cant dels Ocells.

Sobre un estrado situado a la izquierda de los músicos y tapizado de verde, presidían el acto los Reyes de España, acompañados de las Infantas, flanqueadas por el presidente de la Generallitat, Jord Pujol, el alcalde de Barcelona, el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y los ministros Solé Tura, Alfredo Pérez Rubalcaba, Javier Solana y Josep Borrell y también el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch. Junto a ellos, los grandes Duques de Luxemburgo -Juan y Josefina Carlota- acompañados de los herederos Enrique y María Teresa.

Invitados

Pero éstos no eran los únicos representantes de la realeza europea presentes en la ceremonia. En las cinco primeras filas de invitados figuraban personajes como la princesa Ana de Inglaterra y los ex reyes de Grecia, Constantino y Ana María. En primera fila, y hasta donde alcanzaba la vista desde las localidades de prensa, se encontraba Camilo José Cela. Junto a ellos, diversos consejeros de la Generalitat y concejales del Ayuntamiento.

Después de la ceremonia, la Familia Real recorrió las diversas dependencias del museo, que a partir de mañana abre sus puertas al público con la presentación de tres exposiciones.