Felipe González asegura la plena autonomía del Banco de España en la toma de posesión de Rojo
El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer la plena autonomía "formal y estructural" del Banco de España mediante la nueva Ley que será enviada al Parlamento antes de fin de año. González presidió el acto de juramento del nuevo gobernador del banco emisor, Luis Ángel Rojo, y dedicó palabras de agradecimiento hacia Mariano Rubio, del que destacó "su coraje moral y extraordinaria tarea al frente de esta institución, como servidor público riguroso y honesto consigo mismo". Rojo realizó un discurso académico en el que evitó cualquier comentario a las recientes medidas de ajuste presupuestario.
La ceremonia del relevo de la cúpula del Banco de España duró escasamente media hora. Los gobernadores saliente y entrante, Mariano Rubio y Luis Ángel Rojo, estuvieron acompañados en el escenario por el consejo general, en pleno, de la autoridad monetaria, así como por tres miembros del Gobierno -el presidente y los ministros de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, y de Industria, Claudio Aranzadi-.El acto se inició con el asentimiento del nuevo gobernador de asumir las responsabilidad del cargo. Ante la fórmula de "jura o promete", Rojo se limitó a res ponder sí, sin especificar cuál de las dos opciones elegía. Poste riormente, Mariano Rubio, que se mostró nervioso y sonriente durante todo el acto, leyó un breve discurso en el que agradeció a González y a Solchaga "su apoyo personal en momentos muy difíciles para mí". El gobernador saliente pasó revista a sus quince años en la cúpula del banco emisor, de los que dijo que "han sido unos anos apasionantes por los cambios tan profundos que nuestra economía y nuestro sistema financiero han experimentado".
El deber cumplido
Rubio destacó la tarea del banco emisor en la solución de la crisis bancaria, la liberalización del sistema financiero y la ejecución de la política monetaria. Concluyó su discurso con palabras de agradecimiento a todo el personal del banco y en especial a los directores generales Ángel Madroñero y Miguel Martín -nuevo subgobernador-, y a Luis Ángel Rojo. "Me voy con la satisfacción de haber contribuido a hacer realidad la ilusión de convertir la entidad en un banco central moderno que pudiera equipararse con el mejor", concluyó.El nuevo gobernador dedicó también palabras de agradecimiento hacia el Gobierno, hacia su antecesor y al equipo del banco, y destacó los grandes cambios operados en el sistema financiero en la última década. "Mariano Rubio", afirmó Rojo, "deja, al tiempo que un sistema bancario más abierto, competitivo y solvente, un Banco de España que goza de un prestigio internacional cierto que los que le sucedemos hemos de conservar y que es la mejor prueba de su excelencia como gobernador".
Rojo calificó de "difícil" y "poco atractiva" la actual situación económica. Y añadió que existe "una recesión cuya persistencia e intensidad tienen sus raíces en la duración, los excesos y los desequilibrios del auge anterior, afecta con generalidad a los países industriales, se resiste a pasar y suscita en Europa un clima menos propicio que el inicialmente previsto". "Son momentos complejos", añadió, "en los que es preciso separar lo transitorio de lo duradero y en los que hay que mantener las ideas claras respecto de dónde están sus objetivos e intereses a medio y largo plazo y deben actuar en coherencia con esas ideas". Y concluyó con la afirmación de que "el Banco de España dejará escuchar su voz sin temor a las críticas, para favorecer las conductas más adecuadas al país en los próximos años". Sin embargo, Rojo perdió su primera oportunidad para opinar sobre la política económica y evitó cualquier referencia a las medidas de ajuste presupuestario aprobadas el pasado martes por el Gobierno.
Algunos asistentes recordaban que los discursos de toma de posesión de 1984 y 1988, Rubio había marcado las pautas de actuación de la ortodoxia económica. Cerró el acto el presidente del Gobierno, con palabras de gratitud a Mariano Rubio, de felicitación a Luis Ángel Rojo y de confianza para todos los presentes de que "el Gobierno convertirá la autonomía de facto que goza el Banco de España en una autonomía de iure", en referencia al próximo envío al Parlamento de una nueva Ley de Autonomía del Banco de España. Felipe González resumió su breve intervención en el agradecimiento al gobernador saliente -"servidor público riguroso y honesto consigo mismo y con gran coraje moral", dijo-, su enhorabuena al nuevo responsable de la autoridad monetaria -"aunque no sé si en las actuales circunstancias debería felicitarle", añadió- y la seguridad de que "el Banco de España gozará de plena autonomía formal y estructural".
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