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Navalcarnero, el principio del fin de Carabanchel

El PAÍS,

Madrid

La inauguración, ayer, de la nueva cárcel de Navalcarnero constituye el primer paso para desmantelar la de Carabanchel. Sus 750 plazas servirán para aliviar el endémico hacinamiento que desde hace años soporta el principal centro carcelario de Madrid. Una parte de los internos excedentes de Carabanchel, que en la actualidad acoge al doble de reclusos de su capacidad, serán trasladados después del verano a Navalcarnero. Empezará así el progresivo desmantelamiento de Carabanchel, que Justicia pretende concluir en 1995.

El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo, inauguró ayer la cárcel de Navalcarnero, la primera de las 20 nuevas prisiones que integran el plan nacional de amortización y creación de nuevas cárceles. Este centro penitenciario albergará a partir del próximo mes de septiembre a 750 internos, que dispondrán de celdas individuales distribuidas en 10 módulos dotados de modernos sistemas de vi gilancia, informa Efe. También dispone de amplias instalaciones deportivas.

El ministro de Justicia indicó ayer que la nueva prisión de Navalcarnero, al igual que las otras previstas dentro del plan de amortización y creación de nuevas cárceles, "es una apuesta por el hombre y por su capacidad de recuperación y reinserción".

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Las instalaciones de Navalcarnero, que ocupan una superficie de 40.000 metros cuadrados, cuentan con salas de estar, come dores, economatos, talleres ocupacionales, aulas, despacho de médicos en cada módulo, un polideportivo con piscina... Las medidas de seguridad son así mismo muy avanzadas. Existen detectores de apertura de puertas en cada módulo y de un circuito cerrado de televisión, instalados en el patio central para controlar los movimientos de los reclusos.Vigilancia exterior

La vigilancia del recinto se efectuará a través de vehículos patrulla de las fuerzas de seguridad del Estado, que circularán constantemente por una pista que rodea el complejo, por lo que el recinto carece de las tradicionales garitas de vigilancia.

El diseño de la cárcel Madrid IV, ubicada a 27 kilómetros de la capital y a cuatro de Navalcarnero, sigue los criterios del centrotipo concebidos en el plan de amortización de nuevas prisiones, a pesar de que su construcción fue aprobada antes de ese proyecto. El centro-tipo ha sido ideado como un gran complejo penitenciario que incluye minicárceles independientes.

De la Quadra señaló ayer que los recortes presupuestarios avanzados por el Gobierno no afectarán al citado plan, que se financiará del dinero que obtenga Justicia de la venta de las antiguas cárceles, la mayoría ubicadas en cascos urbanos.

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