Médicos del Mundo constata en Polonia la intolerancia con niños portadores de sida
Una delegación de la asociación Médicos del Mundo en visita a Polonia conoció, el pasado martes, en su propia carne la ira popular dirigida contra los niños portadores del virus del sida. En la pequeña localidad de Laski, a 20 kilómetros de la capital polaca, en la que se intenta organizar un asilo para niños portadores de VIH, los vecinos recibieron a los médicos con banderas negras, abucheos y pitadas.A los visitantes, entre ellos la viceministra de Sanidad, les aguardaba una pira simbólica de malas hierbas y una cabra de cuyo cuello colgaba el letrero: "Soy portador del sida; pido ayuda".
Laski es ya el tercer sitio donde en lo que va de año la asociación polaca Monar trata de alojar a un grupo de niños huérfanos, portadores del virus del sida. En los dos casos anteriores la resistencia vecinal impidió la creación del centro.
Los argumentos de la población local son siempre los mismos: miedo al contagio y a las consecuencias económicas del descenso del precio del terreno y de los inmuebles. En Laski, la protesta vecinal revistió formas violentas: las dos casas, compradas por Monar con ayuda norteamericana, fueron devastadas.
