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Noriega se define como una víctima de los intereses geopolíticos de EE UU

El antiguo dirigente panameño Manuel Noriega habló a sus anchas, por primera vez desde que fue arrancado de su país por la fuerza en enero de 1990 tras la invasión de Panamá por tropas norteamericanas, antes de ser condenado por un tribunal de Miami a 40 años de cárcel por ocho cargos de narcotrárico y blanqueo de dinero. Durante un discurso de casi tres horas ante el juez, el ex hombre fuerte panameño se definió como una víctima de los intereses geopolíticos de EE UU.

Noriega sacó a relucir desde peticiones de asesinato de Estados Unidos contra el sha de Irán cuando éste estuvo hospitalizado en Panamá. hasta su viaje secreto a Cuba para pedirle al presidente Fidel Castro que admitiese a un enviado del Gobierno norteamericano con el propósito de "abrir un canal de comunicación" entre los dos países a espaldas del exilio cubano.Vestido con su uniforme de gala de las extintas Fuerzas de Defensa de Panamá, Noriega se quejó agriamente ante el juez William Hoeveler de que la justicia norteamericana no le permitió mencionar durante los siete meses que duró su juicio ninguno de esos asuntos en su defensa ni exhibir ante el jurado su larga relación con Estados Unidos. Blandiendo en su mano alzada una fotografía que no fue admitida durante el juicio y en la que aparece junto al presidente norteamericano, George Bush, durante una visita de éste a su país, preguntó en castellano: "¿Qué hacía el presidente Bush con Noriega allí?... Usted no visita a criminales, señor juez".

Noriega dijo que era un nacionalista que quiso proteger los tratados sobre el canal firmados en 1977 y evitar que su país se convirtiera en una "base permanente" de las tropas Norteamericanas. "Mi determinación los condujo a verme como una amenaza para sus planes e intenciones", sostuvo al denunciar que los gobernantes norteamericanos pretenden revocar los acuerdos que transfieren el control del canal a Panamá en el año 2000.

Noriega, de 58 años, se quejó ante el juez Hoeveler por la solicitud del Gobierno norteamericano de imponerle la condena máxima de 120 años de prisión.

"Como no me pudieron matar ayer, me han traído hoy aquí para que usted les haga el favor de matarme en vida, para que sea usted la mano justa que apriete el gatillo", le dijo al magistrado.

Los abogados de Noríega tienen 10 días para apelar la sentencia ante un tribunal de Atlanta y 60 para llegar a un acuerdo con la fiscalía sobre su demanda de que el ex general sea tratado como "prisionero de guerra" y recluido en una prisión militar como ordena la convención de Ginebra.

El presidente Bush, en un comunicado emitido desde su casa de verano en Maryland, se congratuló por la "justa condena de un impenitente criminal narcotraficante".

Hoeveler le condenó a 40 años de prisión por los dos cargos principales y permitió que los otros seis cargos los sirviera en forma concurrente. Al cumplir 10 años de cárcel, Noriega podrá solicitar libertad condicional. Las autoridades penitenciarias no han determinado aún dónde cumplirá su condena, pero se cree que será enviado a la cárcel de máxima seguridad ubicada en Marion, en el Estado de Illinois, donde están recluidos el narcotraficante colombiano Carlos Lehder, uno de los principales testigos que actuó en su contra en el proceso de Miami, y recientemente John Gotti, uno de los jefes de la mafia italo-americana.

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