¡Bienvenido, Mr. Maastricht!

Ahora los españoles vamos a formar parte del famoso tratado de Maastricht, pero ¿alguien sabe con certeza a qué nos comprometemos con este tratado fantasma?Sí, fantasma, porque las claves de Maastricht no se nos han revelado claramente, ¿por qué será?, ¿en qué medida perjudica este tratado a España?; porque no creo que mejore nuestra situación.

Según la escasa información a la que he podido acceder, países como Francia, Italia, Marruecos o Israel usurpan nuestro puesto en la exportación de productos agrícolas; no parece que sea un buen augurio para España que los europeos vengan a buscar trabajo, estando, al parecer, mejor preparados que nosotros, y nos manden al paro a todos los jóvenes; tampoco creo que sea beneficioso para la patria, y es que, sin comerlo ni beberlo, los españoles nos veremos comprometidos ¿a qué?

Seguirles la corriente a países mejor situados que nosotros no es la solución; miremos por España, que el título de europeos es muy bonito para lucirlo, pero, a la hora (le la verdad, nosotros siempre pagarnos el pato; esto se supone una democracia, y los jóvenes queremos tener, al menos, la oportunidad de demostrarle en las urnas a Europa que somos europeos, pero ante todo españoles, que ésta es nuestra tierra y queremos que siga siendo nuestra.

Si verdaderamente existe democracia, señores gobernantes, España está pidiendo a gritos más Y mejor información y un referéndum justo y democrático, que es nuestra vida la que va a cambiar radicalmente, y merecemos, al menos, ese derecho inalienable a expresar nuestra opinión mediante el voto- Irene Molina Niñirola.