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Reportaje:

EE UU amenaza a España con represalias por la guerra comercial sobre la marca deportiva Nike

Estados Unidos ha incluido a España en la lista de países que pueden sufrir represalias comerciales por no respetar los derechos de propiedad industrial y comercial de la multinacional Nike. El conflicto planteado por la empresa catalana Cidesport, que ha logrado que los jueces impidan la comercialización, distribución y publicidad de la ropa deportiva de esta marca en nuestro país, ha convertido un caso judicial de grandes implicaciones económicas en un grave asunto político a sólo dos semanas de la inauguración de los JJ OO de Barcelona.

La Comisión Europea ha tomado cartas en el asunto y ha enviado una comunicación urgente al Gobierno español en la que se le exige intervenir ante el poder judicial para eliminar "obstáculos al libre comercio" que vulneran el artículo 30 del Tratado de la CE. Nike tiene filiales en todos los países comunitarios, que no pueden exportar a España por culpa de unas medidas cautelares decididas por los jueces.Estados Unidos no se ha contentado sólo con incluir a España en la watchdog list, lo que convierte a nuestro país en víctima potencial de represalias comerciales previstas en la famosa sección 301 de la Trade Act norteamericana. Carla Hills, representante del presidente Bush para el Comercio Internacional, ha transmitido al Ministerio de Industria y Comercio su "asombro y malestar" por unas medidas comerciales de tal gravedad.

Los contactos entre Industria y el Departamento de Comercio estadounidense se remiten al pasado enero, cuando en una reunión de trabajo entre Hills y el ministro español Claudio Aranzadi, la representante estadounidense expresó su preocupación sobre las dificultades a las que se enfrentaba Nike para penetrar el mercado español de cara a los JJ OO, informa desde Washington.

Nike es patrocinador oficial para los Juegos de Barcelona de la selección de atletismo de EE UU, del equipo olímpico de Argelia y tiene en nómina publicitaria a otros muchos deportistas de élite como Sergei Bubka y Michael Jordan, John McEnroe o Carl Lewis. Ninguno de estos atletas podrá vestir chándales, camisetas o pantalones con el símbolo de esta marca. El juzgado número 9 de Primera Instancia de Barcelona, la Audiencia provincial y el propio Tribunal Constitucional han dictado autos que confirman la prohibición de venta y publicidad hasta que no se resuelva el fondo de una guerra de marcas registradas con el mismo nombre.

Campaña publicitaria

Nike Internacional, que invierte 26.000 millones en publicidad al ano, había previsto hacer de los Juegos Olímpicos el escenario para presentar su nueva línea de ropa deportiva. Un directivo de esta companía afirmó hace unos días: "Los atletas que patrocinamos vestirán uniformes Nike en Barcelona, porque estos uniformes no son para vender ni promocionar en España". Pero los Juegos Olímpicos no son extraterritoriales y este anuncio, como han dado a entender el abogado y los empresarios que defienden los intereses de la Nike española, puede dar pie a solicitar una orden judicial para que en el acto de inauguración de los juegos, el próximo día 25, la policía haga cumplir la prohibición y deje en el estadio a muchos deportistas de elite sólo en zapatillas.

El agredado comercial de la embajada española en Washington, Manuel de la Cámara, ha sido convocado por la Oficina de Carla Hills para pedirle garantías de que la policía española no tomará medidas contra los atletas que vistan la ropa Nike.

"En ese caso tendríamos que recibir notificación previa y presentaríamos recurso", afirmó ayer un representante de Gómez-Acebo & Pombo, bufete de abogados que defiende los intereses de Nike Internacional y su filial española American Nike. "Es de suponer", añadió, "que antes del día 25 haya decisiones jurídicas relevantes". La decisión puede venir del Tribunal Constitucional, donde está pendiente un recurso de súplica, o del Juzgado número 10 de Primera Instancia de Barcelona, que ahora entiende de la causa por recusación del titular del 9, Julio Aparicio.

Lo que Nike pide es tutela efectiva de sus derechos y sustituir, como "suele ser la regla general prevista en la ley para garantizar el equilibrio entre los intereses de las partes", las medidas cautelares por una fianza apropiada hasta que no haya sentencia firme sobre el fondo del litigio.

Derrotas jurídicas

Derrotada de momento en todos los frentes de la justicia española, la poderosa multinacional (36.000 millones de pesetas de beneficios al año y 360.000 millones de facturación) ha logrado el apoyo político del Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, lo que puede cambiar el rumbo judicial del caso es la queja de 86 páginas presentada el pasado 15 de abril ante la CE.

Una semana después se produjo una reunión en Madrid de representantes de la Comisión Europea con responsables de los Ministerios de Justicia, Exteriores y Comercio. Y el pasado 15 de junio Ricardo Perissich, máximo responsable de la Dirección General de Mercado Interior y Asuntos Industriales de la Comunidad Europea, dirigió un télex al Gobierno en el que se le exigía intervenir para eliminar las trabas españolas al libre comercio entre los Doce.

"Mis servicios continúan pues sosteniendo su posición en lo que se refiere a la posibilidad que existe en derecho comunitario de calificar una actuación judicial como la que es objeto de la presente queja como medida susceptible de apreciación a la luz de los artículos 30 y siguientes del Tratado de la CE", se dice en el texto. El argumento repetido en las cuatro páginas de la comunicación urgente es que la decisión de los jueces españoles de prohibir cautelarmente la distribución, venta y publicidad de ropa Nike en España puede ser calificada como "medida de efecto equivalente" a las restricciones prohibidas dentro del libre comercio comunitario.

Para que no quede duda alguna recuerda la solución adoptada hace tres años en la queja 89/841, también referida a importaciones de ropa Nike, pero en este caso provenientes de Francia por vía paralela y no directa. Entonces la Comisión Europea "solicitó y obtuvo de sus autoridades el traslado de este expediente al Consejo Superior del Poder Judicial, así como, posteriormente, la intervención del fiscal general del Estado. En su virtud fue posible el levantamiento del embargo preventivo sufrido por el interesado a cambio de un afianzamiento sustitutorio". El Gobierno español tiene cuatro semanas de plazo para dar una respuesta.

1.000 millones en Suiza

"Este tema se puede arreglar con 1.000 millones de pesetas en una cuenta en Suiza, lo que sucede es que Nike considera que es mucho dinero y no quiere ceder a la extorsión", afirma un conocedor al detalle de los entresijos del conflicto que enfrenta a los empresarios Carlos y Lorenzo Rosal, dueños de la empresa Cidesport, con la multinacional Nike.Aunque jurídicamente el usufructo de la marca registrada con el mismo nombre desde 1932 en España pertenece ahora a su madre, Flora Bertrand Mata, los hermanos Rosal siguen estando dentro del asunto. Así parece demostrarlo el hecho de que Enrique Marugán, secretario del Consejo de Administración de Cidesport, se ofreciera a "explorar posibilidades de negociar". La oferta inicial de arreglo hecha al procurador que actúa en Barcelona en la defensa de Nike se cifró "en 3.000 millones de pesetas, pero con posibilidad de regatear a la baja".

Según fuentes del bufete Gómez-Acebo & Pombo, encargado de la defensa de Nike, "la posición oficial es que no hay negociación", aunque admiten que "todas las sugerencias de arreglo son siempre superiores a 1.000 millones de pesetas, y en esas condiciones no puede haber acuerdo".

El caso Nike contra Nike puede hacer historia jurídica en la guerra comercial entre marcas y tiene ribetes de la habilidad y astucia de un David catalán contra un Goliat americano. La justicia española, de momento, parece dar la razón al más débil, pero la sucesión de denuncias y recursos demuestra que hay muchos intereses en juego.

Un largo conflicto

F. M. Nike, la diosa griega de la victoria, está representada en España por dos marcas enfrentadas. Una, simbolizada con una estatua sin cabeza, fue registrada en 1932 por la firma J. Rosell con el número 88.222 para comercializar "medias, calcetines y toda clase de géneros de punto". La otra, la famosa Nike de Estados Unidos, ni siquiera existía en aquella fecha.

De la Nike española nunca más se supo hasta que en 1981 la comprara el abogado barcelonés Juan Amigó Freixas por 25.000 pesetas, según la escritura, aunque el precio real parece que fueron dos millones. Amigó superó la oferta de la propia Nike International.

Por entonces, los hermanos Carlos y. Lorenzo Rosal Bertrand -primero a través de Comercial Ibersport y después con la sociedad Cidesport- eran ya los distribuidores exclusivos de los productos Nike en España, y para demostrar su eficacia a la multinacional compraron los derechos de la marca 88.222 a Amigó. Las dos Nike convivieron sin problemas de 1979 a 1990.

El conflicto estalló cuando Nike International decidió no prorrogar el contrato de exclusiva que expiró el 31 de diciembre de 1989. La salida al mercado de productos plagiados, pero puestos a la venta con la marca 88.222 del mismo nombre, desembocó en el juzgado de Portland (Oregón), sede de Nike International, que condenó a Cidesport a 6.000 millones de pesetas por "violación de obligaciones contractuales". El asunto está recurrido en apelación y cada parte ha depositado una fianza de 500 millones.

En 1985, fecha de la firma del último contrato, los hermanos Rosal se habían comprometido a ceder todos los derechos de la marca 88.222 a la multinacional para evitar problemas futuros. Las cosas no estaban claras, porque el abogado Amigó Freixas cambió entonces el usufructo de la marca para dárselo a la madre de los Rosal, Flora Bertrand.

El conflicto parece resolverse cuando el 2 de julio de 1990 Nike International y su filial American Nike consiguen registrar la marca en España para venta de ropa deportiva. Pero el 22 de enero de 1991 el abogado Amigó, Flora Bertrand y "de facto Cidesport", según fuentes de la defensa de American Nike, plantean la denuncia que va a ser el desencadenante de la presión justo antes del inicio de los Juegos.

En esta guerra judicial Flora Bertrand, la madre de los empresarios de Cidesport, cuenta con los oficios del influyente abogado Juan Piqué Vidal. Piqué logró sustituir por una fianza -lo mismo que pide Nike Internacional hasta que se resuelva el fondo del asunto- las medidas cautelares dictadas por el mismo juez Julio Aparicio contra Perrier en el asunto Vichy. La sección 15 de la Audiencia de Barcelona se pronunció en apelación a favor de permitir comercializar el agua cuyos derechos de marca son propiedad del Estado francés. Contra Nike, Piqué defiende la tesis contraria.

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