Belaid Abdeselam reemplaza a Gozali como primer ministro de Argelia
El primer ministro argelino, Sid Ahmed Gozali, presentó ayer su dimisión, justo 10 días después del asesinato, en circunstancias todavía no esclarecidas, del presidente de la República Mohamed Budiaf. Belaid Abdeselam, un histórico del ex partido único Frente de Liberación Nacional y ministro de Industria de 1965 a 1977, es el nuevo jefe del Gobierno de Argelia.
Con este nombramiento, Argelia parece intentar solucionar sus problemas económicos y sociales buceando en la historia y resucitando las soluciones experimentadas con cierto éxito por el segundo presidente de la República, Huari Bumedian.Gozali presentó su dimisión a mediodía de ayer en una carta dirigida al presidente del Alto Comité de Estado, Alí Kafi, en la que aseguraba que abandona su puesto para dejar las manos libres a la nueva dirección de la república. Al mismo tiempo avisaba contra los peligros y las amenazas de quienes, según él, intentan hacer fracasar los proyectos de renovación de Argelia. El primer ministro saliente rendía asimismo un caluroso homenaje a Budiaf, al que calificaba de "hombre de ruptura" y "patriota sincero".
La dimisión del primer ministro provocó sólo una relativa sorpresa en los medios políticos, ya que desde hace meses se venía hablando de su relevo por diferencias importantes con el Alto Comité de Estado. Discrepaba sobre todo con la política económica seguida y más en particular con la venta de los pozos petrolíferos ya en explotación, especialmente del yacimiento de Hasi Mesaud, considerado como uno de los más importantes del mundo.
El Gobierno de Gozali estaba sentenciado a muerte antes del asesinato de Budiaf, según habían declarado colaboradores próximos del presidente fallecido en conversaciones privadas con líderes políticos y representantes diplomáticos. Pero Budiaf lo mantenía a toda costa al frente del Gobierno, en un intento de no abrir nuevos frentes de lucha, y no agudizar así sus problemas con los poderes fácticos.
Por este motivo, el asesinado presidente desmintió las conocidas desavenencias con su primer ministro en un discurso pronunciado ante la televisión días antes de su muerte. Los deseos de algunos por deshacerse de Gozali eran casi tan poderosos como los del propio primer ministro por dejar su puesto, al que había accedido en junio de 1991 por un periodo de interinidad y con el único objetivo de preparar las elecciones legislativas del pasado día 26 de diciembre.
Gozali aseguró recientemente en una conversación mantenida con EL PAÍS que lo que más deseaba era volver a su casa, dejar su cargo y convertirse en un hombre "libre y feliz".
Doble dimisión
Horas antes de dimitir como primer ministro, presentó también su dimisión como miembro del comité central del ex partido único Frente de Liberación Nacional (FLN), en un intento claro de desvincularse de la política. A Gozali, en sus últimas apariciones públicas, se le veía cansado y muy afectado por la muerte de Budiaf, lo que estaba dando pie a todo tipo de rumores.Pero, sin lugar a dudas, la estocada final a su trayectoria política se la dio el propio Alto Comité de Estado, que hace tres días decidió pasar a controlar directamente el orden público y el conjunto del proceso político de Argelia, restando así atribuciones a su Gobierno.
El vacío dejado por Gozali lo ocupa, desde ayer, Belaid Abdeselam, de 64 años, uno de los símbolos más importantes de la era Bumedian, ya que fue su ministro de Industria y Energía durante 13 años. Su programa de feroz industrialización se aplicó en detrimento de la agricultura y constituye una de las piezas claves que explican la actual crisis económica. Belaid reapareció en la escena política el pasado enero al dimitir como miembro del Comité Central del FLN. En aquella ocasión arremetió con fuerza contra el clan de los renovadores del partido, y propugno una economía de guerra para acabar con la crisis.
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