El turismo español empieza a sufrir los efectos

El sector turístico español empieza a sufrir los efectos negativos de la huelga de camioneros franceses, que, según fuentes hoteleras, mantiene bloqueados en las carreteras del país vecino a unos 4.000 turistas que tenían reservas para pasar sus vacaciones en Gerona e impide que muchas personas abandonen sus hogares rumbo a España ante el temor de no llegar a su destino.La ocupación hotelera en las principales zonas turísticas ha caído entre un 20% y un 50% respecto a las mismas fechas del año pasado. Los hoteleros temen que si el conflicto se prolonga toda esta semana las cancelaciones de reservas sean masivas.

Los escasos turistas que llegan a su destino lo hacen con muchísimas horas de retraso y visiblemente extenuados por la caravana sufrida, según las mismas fuentes. Quienes chocan con más problemas son los que cruzan Francia por Lyón.

El sector hotelero de la Costa Brava depende en un 90% del turismo por carretera.

El ministro de Transportes, José Borrell, se mostró confiado ayer en Lérida de que el conflicto encuentre una vía de solución antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Sobre la anunciada huelga de transportes en España para septiembre, Borrell dijo: "De aquí a entonces hay tiempo para llegar a un acuerdo, y espero que se pueda evitar", informa Lluís Visa.

Al paro de los camioneros franceses se sumó ayer una acción de protesta de agricultores del mismo país, que cortaron el tráfico en la autopista A-9 y en la nacional 9 a su paso por la localidad de Perpiñán. Ello ocasionó un colapso en el puesto fronterizo hispano-francés de La Jonquera, en Gerona.

Además, las barricadas de los agricultores en las vías férreas bloquearon los trenes procedentes de España con destino a París en Narbona y Aviñón. Los pasajeros fueron avisados de los problemas cuando ya estaban en Port Bou. Muchos decidieron regresar a Barcelona para intentar llegar a París por vía aérea sin lograrlo por falta de pasajes. Un portavoz de Renfe señaló ayer que la compañía no pensaba suspender los viajes por entender que el problema es del país vecino, informa Elianne Ros.