Pons advierte del "fantasma de la guerra" en la Asamblea Parlamentaria de la CSCE
La Asamblea Parlamentaria de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) se reunió por primera vez ayer en Budapest presidida por el presidente del Congreso español, Félix Pons, después de que este organismo se constituyera en Madrid en abril del año pasado. Pons señaló en su discurso que, al riesgo del enfrentamiento entre bloques, le ha sucedido "el fantasma de la guerra" en Europa, "como si parte del continente regresara al estado de naturaleza de las rivalidades nacionales y las confrontaciones entre grupos étnicos que han caracterizado gran parte de su historia".Un total de 308 parlamentarios de 51 países de Europa, además de EE UU y Canadá, debaten en Budapest, hasta mañana domingo, temas referidos fundamentalmente a los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo económico.
En su intervención de ayer en Budapest -facilitada por el. gabinete de la presidencia del Congreso-, Pons destacó también que a la superada división entre bloques puede suceder una nueva amenaza: "Las diferencias de nivel económico y social". Para Pons, "ningún país puede desentenderse de los problemas de la transición en los países del antiguo bloque comunista".
En la sesión de ayer estaba previsto que interviniesen Egon Klepsch, presidente del Parlamento Europeo; Charlie Rose, presidente de la Asamblea del Atlántico Norte; Hartmut Sooell, presidente de la Asamblea de la UEO, y Miguel Ángel Martínez, presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que concluyó sus sesiones el miércoles en Budapest.
Durante aquella reunión, Martínez declaró a EL PAÍS que se había entrevistado en París con el presidente francés, François Mitterrand, con el que abordó la necesidad de ampliar las competencias y los recursos del Consejo de Europa.
Mitterrand se mostró decidido a promover, entre mayo y noviembre de 1993, una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países del Consejo.
Austria, que presidirá en esas fechas el Comité de Ministros del Consejo de Europa, ha acogido con vivo interés el proyecto, y, según el diputado español, sería la ocasión propicia para aprobar la reforma del estatuto del Consejo, que nació en 1948 para 15 países y ha quedado desbordado por la realidad de los 27 Estados que lo integran en este momento.
