Mitterrand fija el referéndum para el 20 de septiembre

El tratado de Maastricht tiene desde ayer una cita precisa con el que puede ser el momento decisivo de su laborioso proceso de ratificación por los países de la Comunidad Europea (CE). François Mitterrand decidió que el 20 de septiembre los franceses podrán expresar en referéndum popular su aprobación o rechazo del tratado de Unión Europea, que ya cuenta con la bendición del Parlamento.Tras las consultas populares en Dinamarca e Irlanda, el resultado del partido que a escala continental libran los partidarios y enemigos de Maastricht es de empate a uno. El referéndum francés, el primero y quizá el único que se celebrará en uno de los motores de la construcción europea, decidirá, con mucha probabilidad, el resultado final.

Numerosos sondeos han intentando averigurar en las últimas semanas cuál es la opinión de los franceses ante Maastricht. Los resultados han sido muy diferentes, pero el mínimo común denominador de todos ellos es que un tercio de los ciudadanos sigue sin entender el asunto y que el resto se divide entre un 60% partidario de la Unión Europea y un 40% contrario.

Para informar a esa tercera parte de los franceses que no tiene una opinión formada, el Gobierno anunció ayer que se distribuirán gratuitamente en los ayuntamientos y prefecturas dos millones de ejemplares del tratado.

La convocatoria del referéndum fue anunciada tras el consejo de ministros de ayer. A los franceses se les propondrá que respondan sí o no a un proyecto de ley de un sólo artículo: "Se autoriza la ratificación del tratado sobre la Unión Europea firmado por los doce países miembros de la CE".

El 20 de septiembre, dijo anoche Mitterrand en una corta declaración televisada, los franceses deberán adoptar "una decisión capital" para el futuro de su país. Aprovechando el unánime aplauso nacional a su arriesgado viaje a Sarajevo, Mitterrand comenzó la campaña a favor del sí. Citó los conflictos bélicos en los países ex comunistas y afirmó que la Unión Europea "convierte en imposible la posibilidad de una guerra entre sus miembros". Añadió que esa unión es "el único modo de afrontar la competencia de poderes extranjeros como Estados Unidos y Japón".

Pierre Bérégovoy, Roland Dumas, Elisabeth Guigou y Laurent Fabius serán las grandes espadas socialistas en la campaña. Contarán con el inestimable apoyo del ex presidente centrista Valéry Giscard d'Estaing y su Unión para la Democracia Francesa (UDF). El no será defendido por un plantel de figuras que incluye a gaullistas como Philippe Séguin y Charles Pasqua, el pintoresco miembro de UDF Philippe de Villiers, el socialista JeanPierre Chevenement, el comunista Georges Marchais y el ultraderechista Jean-Marie e Pen.