Un jarro de agua fría en Francia

J. V., El asesinato de Budiaf fue recibido como un jarro de agua fría por el millón de argelinos que residen en Francia. La Asamblea Nacional francesa suspendió su sesión para enviar un mensaje de "solidaridad" con el pueblo argelino.

"Argelia está sumida en una trágica situación de miseria, desorganización y descontento popular", declaró al conocer el asesinato Michel Jobert, ex ministro francés de Asuntos Exteriores y buen conocedor del Magreb. "Desde la independencia, ningún Gobierno ha podido garantizar a la población las libertades políticas que desea y el bienestar material que puede sacarse de las riquezas de gas y petróleo del país. De hecho, todos esos Gobiernos, incluido el de Budiaf, han estado dominados por los servicios de seguridad militares".

"Una guerra civil en Argelia es cada vez más probable y el único modo evitarla es una vuelta al proceso democrático interrumpido en enero", declaró, al conocer la noticia del magnicio de Anaba, Serigné Dramé, miembro del Consejo de Reflexión del Islam en Francia. "El gobierno argelino dirigido por Budiaf", añadió este dirigente de los musulmanes franceses, "no tenía ninguna posibilidad de triunfar, puesto que carecía de cualquier programa económico o político". Según Dramé, "los argelinos deben votar de nuevo" y si el FIS gana las elecciones debe encargarse del gobierno".

"Estoy aterrorizado como todos mis compatriota?, dijo por su parte en París el escritor argelino Rachid Mimuni. "Estamos al borde del drama y todo esto va a degenerar en una guerra civil", añadió. Mimuni, que hacía una escala en París, anuncié que no piensa regresar en un futuro inmediato a su país, porque se siente "amenazado". Autor de un panfleto recién aparecido en Francia con el título De la barbarie en general y el integrismo en particular, Mimuni atribuyó "la carnicería de Anaba" a los islamistas y deseé "una rápida intervención militar".