Tirarse por la ventana

He leído esta mañana nada más levantarme, a medio café: "El Gobierno español ha venido defendiendo el Plan Energético Nacional, que prevé un aumento de emisiones de C02 en un 25% para el año 2000, porque ahora España contamina mucho menos que la mayoría de los países de la CE" (EL PAÍS, 27 de mayo, El 'impuesto verde rompe la unidad de los Doce con vistas a la Cumbre de la Tierra).Todo esto me ha recordado a cuando, de pequeño, no me dejaban en casa hacer algo, y yo decía: "Mamá, es que todos mis amigos lo hacen", y solían responderme: "Y si tus amigos se tirasen por la ventana, ¿tú también harías lo mismo o qué?". Y me ha sentado mal el café pensando que el Gobierno español también sigue este profundamente inteligente razonamiento: "Si nuestros amigos contaminan más, nosotros también".

Una pequeña aclaración: la contaminación es lo que se llama en términos económicos una externalidad, o sea, un coste social (a todos nos molesta la contaminación, es algo que la sociedad paga). Si aumentando la contaminación pretendemos hacer crecer algo nuestro PNB, no nos olvidemos de que el beneficio viene determinado por ingresos menos costes, o sea, que hagan la cuenta: pequeño crecimiento del PNB menos gran coste social de la contaminación igual a pérdida. No salimos ganando, sino perdiendo.

¿Qué vale un bosque de pinos, un baño de mar, una tarde de primavera con la atmósfera limpia? Seguro que más que un radiocasete que se estropea a los tres días o un peine de plástico made in Taiwan-