La cuadrilla vuela
Tenía el compromiso de torear hoy por la mañana en Nimes y por la tarde en Madrid. Le gusta conducir a 200 por hora, pero ni a esa velocidad le daría tiempo a llegar. Así que el apoderado, Justo Ojeda, fue al aeropuerto, alquiló un reactor y metió a Juan Cuéllar y a toda la cuadrilla dentro. Como en los tiempos de El Cordobés y su avioneta. Y la experiencia estuvo muy bien, pero para repetir sólo en casos de urgencia."si es que nosotros tenemos el ambiente ya creado por las carreteras. Nos conocemos todos los restaurantes, hay quienes nos esperan hasta la madrugada, y eso con el avión se perdería", comenta la cuadrilla. Al matador, Cuéllar, lo del avión es que le encoje el estómago. A Nimes llegó muerto de hambre porque a mediodía la comida no le entraba de pensar que iba a volar.Y es que para él, como a todos los toreros, lo del coche forma parte de su vida. Dice que, además, ya no es tanto, y recuerda con su apoderado cuando salieron de Sevilla a las nueve de la noche, pararon en Despeñaperros a cenar y a la una y media de la madrugada ya estaban en Aranjuez, donde tiene un piso.
Lo de viajar por un día en avión privado, sentado en sillones de cuero, ante una mesita de caoba y barra libre, tampoco lo pudo disfrutar, porque cuando se desbloqueó ya había que aterrizar. La cuadrilla, en la parte trasera y con su partidita de cartas, pudo distenderse más, pero que no les quiten tampoco su furgoneta donde, al menos, el que quiera fumar, fuma, sin que Manolo, el mozo de espadas, se lo prohiba. Y eso, en el jet, no se podía hacer.
La broma del avión les va a salir, además, lo comido por lo servido. "Pero había que hacerlo", comenta el apoderado. "Teníamos contratada la corrida de Nimes por la mañana y cuando nos ofrecieron sustituir a Mendes por la tarde en Madrid no se podía dudar, porque una oportunidad así si te sale bien te resuelve la temporada. Fue como una inversión".
En Barajas no recuerdan otro torero que, después de El Cordobés, hiciera uso de los aviones privados para desplazarse. Y Juan Cuéllar tampoco quiere repetir la experiencia. El coche del torero y la furgoneta de la cuadrilla seguirán siendo insustituíbles.
Pero esta vez todo es por estar esta mañana ante los Miuras y cerrando la Feria de San Isidro por la tarde, y oportunidades de tal envergadura no salen todos los días. Además, Cuéllar, por torear, cualquier cosa: "Estaba yo en Quito, que toreaba una tarde y me propusieron para una sustitución en Francia al día siguiente. Toreé, cogí el avión por la noche hasta Madrid, luego otro a San Sebastián, después un coche y llegué a tiempo". Eso sí, no sabe cuándo lo pasa peor, si antes de que salga el toro o cuando va a despegar el avión: "Es que lo de querer ser figura es más duro de lo que el público se imagina".
La corrida de hoy
Plaza de Las Ventas.Corrida aplazada por lluvia el pasado 29 de mayo, que hacía la 211 de feria.
Toros de Puerto de San Lorenzo (propiedad de Nicolás y Lorenzo Fraile), de las fincas Puerto de la Calderilla, en Tamames, y Valdefresnos, en Tabera de Abajo (Salamanca).
Matadores: Litri, Juan Cuéllar y Enrique Ponce.
A las 19.00 horas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.