¿Qué podrá conseguir la cumbre de Río?

La Tierra no se está muriendo, pero está seriamente enferma. Hace 20 años se celebró en Estocolmo la primera cumbre sobre el medio ambiente. (...) Desde entonces ha habido cierto progreso: la riqueza se ha duplicado, y una proporción mayor de la población se alimenta y goza de un hábitat más adecuado que en 1972. (...)El acontecimiento está contaminado por el pesimismo y el miedo al estancamiento de un reparto más justo de la riqueza natural y artificial del planeta entre el Norte y el Sur. (...) La cumbre debería ir más allá de la firma de los dos tratados convenidos: el que se refiere al peligro del cambio de clima debido a la acción del hombre y el relativo a la protección de la biodiversidad de la flora y la fauna. (...)

La degradación general del medio ambiente no es la única ni la principal enfermedad de la humanidad. Existe el problema del sida, de la malaria, de la droga, de los conflictos sociales y, sobre todo, el de la guerra, el mayor y más antiguo de todos ellos, responsable en gran parte de la pobreza y del hambre de África, y que ahora concierne también a Europa. ¿Se puede esperar que la cumbre cambie todo esto? (...) Lo mejor que podemos hacer es presionar a nuestros políticos para que se empiecen a mover en la dirección adecuada y demuestren en nuestra propia casa que su política de apoyo al desarrollo correcto es una cuestión de hechos, y no sólo de palabras.

3 de junio