El Gobierno español es partidario de seguir adelante
El presidente del Gobierno español, Felipe González, expresó ayer su preocupación por el freno que para el proceso de unidad europea puede suponer el rechazo de Dinamarca a los acuerdos de Maastricht. Pero, a la vez, el presidente resaltó "la determinación" de los restantes países de la Comunidad Europea (CE) para culminar la unión política y monetaria europea. El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, por su parte, dijo que la decisión danesa no "puede ni debe frenar el proceso de construcción europea".
Felipe González dijo que la determinación de culminar la unión europea es especialmente firme en el caso de España.González aseguró, al término de una Visita a la exposición del pintura de Ribera en el museo del Prado, que no será necesario realizar en España un referéndum acerca de la ratificación por España a los acuerdos de Maastricht. El presidente matizó, que el Gobierno respetará la decisión que adopte el Tribunal Constitucional, consultado por el Ejecutivo acerca de si la asunción de los acuerdos de Maastricht exige modificar la Constitución española.
Tras expresar el respeto a la decisión tomada por los daneses en referéndum, Felipe González reconoció que el resultado negativo de esa consulta es preocupante, porque supone "un elemento de obstaculización" para la Unión Europea.
El ministro de Asuntos Exteriores Francisco Fernández Ordóñez, no ocultó su preocupación porque el referéndum danés pueda. perturbar el desarrollo de los planes de unión europea. "Nosotros debemos seguir adelante, respetando siempre las decisiones que democráticamente adopten los ciudadanos de los países socios", aseguró.
La crisis abierta por Dinamarca fue ayer objeto de consultas al más alto nivel, y el presidente Felipe González tratará de ello en la entrevista que mantendrá con el canciller alemán, Helmut Kohl el próximo día 12 en Río de Janeiro.
"Nosotros coincidimos con Jacques Delors no sólo en que hay que ratificar el Tratado de Unión Europea, sino hacer avanzar a la vez los otros proyectos que están sobre la mesa", manifestó ayer Carlos Westendorp, secretario de Estado para la Comunidades Europeas, quien hoy acude a la reunión extraordinaria de la CE en Oslo, en sustitución de Fernández Ordóñez, que descansa en su domicilio por prescripción médica.
Entre las reacciones a la decisión danesa, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, manifestó ayer a EL PAÍS que Io que ha ocurrido en Dinamarca no es bueno. Es rnalo". "A mí", añadió, "me parece un mal camino la decisión del presidente francés de convocar un referéndum".
El secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez, afirmó ayer en el Congreso que el resultado de Dinamarca "modifica la idea inicial del tratado de Maastricht, pero ello no significa que el proyecto [de unión económica y monetaria] tenga que alterarse ni en sus ritmos ni en sus contenidos", informa Concha Martín. Los principales países de la CE, añadió, "están decididos a llevarlo adelante aún cuando no participen todos los Estados miembros".
El presidente del Partido Popular, José María Aznar, reconoció que el proceso de unión europea "se detiene", pero diferenció claramenmte entre "el resultado del referéndum noruego, de un país que no quiso entrar en la CE, y el de otro que esta dentro y no acepta unos acuerdos".
Izquierda Unida, a través de su portavoz, Isabel Herreros, considera que el resultado de la consulta danesa demuestra "la distancia que hay entre los países reales y los países oficiales, entre las calles y los Parlamentos".
El líder del sector crítico de IU, Nicolás Sartorius, declaró que "el no de Dinamarca es el de un país rico que no quiere entar en un proceso de solidaridad" y subrayó que la unión europea implica más cobertura social.
Sólo Herri Batasuna felicitó al pueblo de Dinamarca por "el triunfo popular" que supone haber rechazado los tratados de Maastricht y haber evitado el recorte de su soberanía.
