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Los créditos a corto plazo contratados hasta marzo en el extranjero cuadruplican los de todo 1991

Empresas y sector público han aprovechado la liberalización total de movimientos de capitales, vigente desde el 1 de febrero, para pedir créditos en el exterior. El impacto se ha notado, principalmente, en el endeudaminto de las empresas a corto plazo, pues en los tres primeros meses del año ya se ha pedido financiación fuera a corto por un importe cuatro veces superior al total de 1991. Este endeudamiento tiene un doble impacto en los bancos españoles. Por un lado, sustituye a los créditos solicitados en España y, por otro, es utilizado por los bancos para eludir el coeficiente de caja.

Las estadísticas oficiales y los bancos no acaban de ponerse de acuerdo sobre el impacto de la liberalización de movimientos de capitales en el endeudamiento exterior. Mientras que los datos dejan meridianamente clara la explosión del endeudamiento exterior durante el primer trimestre, la banca opta bien, por no pronunciarse, bien por constatar un aumento que "no puede calificarse de boom", según fuentes financieras que, en todo caso, insisten en mantener el anonimato. Los datos, esta vez, hablan solos. Durante el primer trimestre de este año, los créditos a corto plazo contratados por el sector privado -principalmente empresas- en el exterior cuadriplican el total solicitado a lo largo de 1991, al pasar de 52.500 millones de pesetas el pasado año a 237.400 millones en los primeros meses de este ejercicio.

Los créditos a largo, que básicamente estaban liberalizados antes del 1 de febrero, también han aumentado pero de forma menos espectacular. En el conjunto del pasado año, el sector privado contrató 818.600 millones y en el primer trimestre de 1992 ya ha solicitado 316. 100 millones. Si la comparación se realiza con el primer trimestre de 1991, el aumento es del 332%.

Diferencia de intereses

Fuentes cercanas a la Administración ofrecen varios motivos básicos para este despunte la diferencia de tipos de interés entre los créditos que se ofrecen en España -siempre superiores al l0%- los que se contratan fuera -en algunos países, como Estados Unidos, cercanos al 5%-. Este diferencial ha llevado a las empresas a endeudarse fuera, bien directamente, bien a través de la banca residente en España. Este endeudamiento externo "sustituye" al crédito interno, toda vez que en estos momentos, según fuentes cercanas al banco emisor, no existe la fuerte demanda de préstamos que se produjo hace dos años. En los tres primeros meses de este ejercicio, el crédito interno ha crecido a un ritmo del 4%, que sería del 6% si se sumara el impacto de los préstamos del exterior.

El principal componente del endeudamiento directo en el exterior obedece, según fuentes de los; principales bancos extranjeros con oficina en España, a las operaciones de las empresas multinacionales entre sus filiales.

"Las multinacionales llevaban años esperando la liberalización", comentan estas fuentes, porque "permite una mejor utilización de los fondos financieros del grupo en las filiales de cada país". Desde el pasado 1 de febrero, estas empresas pueden trasvasar fondos desde la filial con excedentes a la filial con necesidades financieras sin los problemas que impone la restricción a los movimientos de capitales.

Además la liberalización ha impulsado otro tipo de movimiento de dinero, al margen de los tipos de interés. Según fuentes cercanas al Ministerio de Economía, "se ha producido un movimiento técnico de deslocalización de depósitos por el coeficiente de caja".

El sistema utilizado es, en líneas generales, el siguiente. Los depósitos en pesetas que realizan tanto los residentes como los no residentes en España están sujetos al coeficiente de caja. En cambio, los depósitos en divisas que realiza un no residente en España están exentos de cumplir ese coeficiente. Para eludir tal exigencia, los bancos españoles facilitan que los residentes se endeuden fuera y que la contrapartida se coloque en España pero en divisas. De esta forma, la banca española intermedia en estos créditos y elude el cumplimiento del 4,5% de coeficiente de caja para unos fondos que están bajo su control.

La negociación

El total de créditos a corto plazo intermediados por la banca que opera en España ha sido en el primer trimestre de casi 83.000 millones de pesetas, frente a sólo 100 millones en el transcurso de todo el año 1991. Los préstamos intermediados a largo plazo también han aumentado considerablemente, pues hasta el mes de marzo triplican al volumen concedido en el mismo periodo de 1991 y suponen el 70% de todo el año pasado. En las operaciones con el sector privado, la banca española ha intermediado el 35% de las realizadas en el primer trimestre de este año, mientras que el 65% restante se ha negociado directamente con el exterior. Este porcentaje es del 33% si se comparan las operaciones intermediadas por la banca tanto en el sector público como en el privado con el total de créditos extranjeros.

Una importante parte de esa negociación con el exterior se está realizando a través de intermediarios sobre los que la Administración ha llamado la atención. Se trata de compañías que para darse a concoer utilizan muchas veces ingeniosos nombres en inglés y ofrecen sus servicios con anuncios publicitarios.

Tanto la Administración como los principales bancos nacionales y extranjeros que operan aquí han aconsejado, pues, la máxima cautela a la hora de ver con quien se negocia el préstamo. La Administración recuerda que la liberalización es ahora total y si se produce algún tipo de irregularidades que perjudiquen al que ha solicitado el crédito, es necesario la denuncia o la intervención de la policía.

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