La CE, impotente para superar su división ante la cumbre de Río
El impuesto verde, que pretende gravar las emisiones de dióxido de carbono (CO,) a la atmósfera, fue la manzana de la discordia que impidió ayer a los ministros de Medio Ambiente de la CE ponerse de acuerdo en Bruselas para llevar una postura común a la Cumbre de la Tierra. Ésta comenzará en Río de Janeiro el próximo 3 de junio. El comisario Carlo Ripa di Meana llegó a amenazar con que no asistiría a la cumbre, considerada por muchos como la última oportunidad para salvar la ecología del planeta, "si no se llegaba a una postura unitaria".España se ha mostrado contraria al impuesto ecológico, ya que descarga menor volumen de gases contaminantes en la atmósfera que la mayoría de los Doce, y considera que no habría de ser castigada. Tampoco hubo acuerdo sobre la ayuda a los países del Tercer Mundo para que sus planes de desarrollo no dañen el entorno del planeta.
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