Occidente intenta evitar la emigración masiva de la antigua Yugoslavia

VIVIANNE SCHNITZEREl suministro de ayuda econonnea para los refugiados sólo en el interior del territorio de la extinta Yugoslavia fue la opción claramente preferida por los participantes en la conferencia internacional que terminó ayer en Viena para tratar el problema de los desplazados por la guerra civil en los Balcanes. El Gobierno austriaco convocó la reunión de altos funcionarios para internacionalizar la crisis que ha provocado ya 1.200.000 desplazados.

La conferencia terminó sin resultados concretos. Se acordó enviar una modesta ayuda a las regiones afectadas, especialmente a Croacia, en la que se incluye tiendas de campaña para 100.000 desplazados. La delegación alemana anunció que se ocupará de la ayuda sanitaria para los heridos de guerra. España ofreció recibir a un número pequeño de refugiados.Participaron diez delegaciones y ayer hubo práctica unanimidad en no abrir las fronteras del resto de Europa a los refugiados de la ex Yugoslavia. En la conferencia participaron Italia, Croacia, Alemania, Austria, Hungría, Eslovenia, Francia, la Comunidad Europea (CE), la Conferencia para la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), la Cruz Roja yel Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Por problemas de transporte en la zona de guerra el representante de Bosnia, Herzegovina no pudo llegar a la reunión. El Gobierno serbio no fue invitado. Fuentes diplomáticas fiables revelaron que los delegados de la Cruz Roja internacional se habían molestado por la ausencia de representantes de Belgrado, ya que la ayuda internacional debe distribuirse "sin partidismos y donde se necesite", advirtieron. En Serbia hay 230.000 refugiados.

El delegado de la comisión de la Comunidad Europea (CE), el belga Norbert Jousten, declaró que la posición comunitaria era "concentrar la ayuda a la población en el territorio de la ex Yugoslavia y no en terceros países", refiriéndose específicamente a Bosnia-Herzegovina, Croacia y Eslovenia. Eslovenia asegura estar al límite de sus posibilidades de absorción de refugiados con los 46.000 con que cuenta ya. En Croacia hay un total de 550.000 desplazados.