Un dandy airado
George GroszObra gráfica. Los años de Berlín.
IVAM. Guillem de Castro, 118. Valencia. Del 13 de mayo al 28 de junio.
La muestra de obra gráfica de George Grosz que se expone en el IVAM procede de la colección Marco Pinkus, adquirida el año pasado, y consta, sobre todo, de las carpetas de litografías, acuarelas y dibujos publicados en el Malik-Verlag, la editorial de John Heartfield y su hermano Wieland, entre 1916 y 1933. Entre los primeros trabajos destacan las series realizadas bajo el impacto de la 1 Guerra Mundial, como los Mapas de 1917 o la "carpeta política" Dios con nosotros, de 1920, cuyo tono viene dado por ese emblemático dibujo de un grupo de médicos y militares declarando a un esqueleto apto para el servicio.
Pero en las series posteriores, el protagonismo de los militares cedió a favor de eso que por entonces se reconocía de inmediato como la imagen de "los burgueses". En Ecce homo, por ejemplo, vemos desfilar personajes trajeados, casi invariablemente obesos, pero arrugados, hoscos y decrépitos. Era así como Grosz se representaba la miseria moral del ciudadano contemporáneo: más allá del expresionismo y hasta de la caricatura. De hecho, la contemplación de estas imágenes se enriquece cuando se considera la ambigüedad de las actitudes estéticas y políticas de Grosz. Integrado desde 1918 en el grupo dadaísta berlinés y en el partido comunista alemán, sólo durante unos años fue capaz de conciliar la perspectiva bolchevique con el nihilismo. Con el tiempo, Grosz se inclinaría hacia una suerte de distanciamiento cínico.
Grosz fue un tipo raro: enemigo del yo y de toda forma de psicologismo, se pasó la vida entregado a la desbocada afirmación de su propia idiosincrasia. Enemigo del capitalismo, pero admirador de Estados Unidos, en 1938 adoptaría la nacionalidad norteamericana. "Dandy airado", como se ha dicho de él, pero fascinado por la misma brutalidad que denunciaba y por los mismos vicios que retrataba, Grosz se nos aparece hoy como un brillante ejemplo de la profunda ambivalencia de la que solía alimentarse la vanguardia más radical. Eran otros tiempos.
Babelia
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