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Entrevista:

"La explosión negra de Los Ángeles es sólo el comienzo"

Burt Neuborne, que ha pasado por Madrid invitado por la Universidad Complutense, señala que EE UU hizo progresos espectaculares desde la II Guerra Mundial en temas raciales, pero la marcha se detuvo de golpe en 1980, con el acceso de Ronald Reagan a la presidencia. Además, añade, el presidente George Bush está manipulando la sensibilidad racial en su campaña electoral utilizando el miedo del electorado. Para Neuborne, Washington debe aplicar remedios urgentes o EE UU volverá a vivir una violencia peor incluso que la de los años sesenta.

Pregunta. ¿Cómo explica usted el caso King?

Respuesta. El veredicto fue injusto, y las consecuencias, predecibles. Los protagonistas no tenían nada que perder, porque son gentes de las que nadie se ocupa desde hace mucho tiempo. La población negra siente que el sistema norteamericano pasa de ellos. La violencia de Los Ángeles, cuyas víctimas fueron todas personas pobres, creo que ha tenido al menos un impacto, y es poner sobre el tapete que hay distritos urbanos en donde cientos de miles de pobres viven olvidados. Los pobres han aumentado considerablemente en los 12 años de reaganismo. Se les ha dejado simplemente fuera del sueño americano,

P. ¿Cuáles son las razones de ese deterioro social?

R. La Administración de Washington ha considerado ideológicamente que el mercado libre y la iniciativa privada se en cargarían de resolver todos los problemas. Lo cierto es que los burócratas han creado incluso más problemas. No creen en la capacidad del Gobierno de la nación para abordarlos.

P. Eso tiene un cierto tufo a Thatcher...

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R. Sin duda. Cuando se tiene una Administración cuyas creencias políticas se basan en recrear Londres y su decadencia, y cuando se mantiene que ése es el camino, las cosas no pueden funcionar. Esto ha herido gravemente a los más pobres. La ciudad de Los Ángeles es un ejemplo. Cuando una comunidad pierde la esperanza — este caso la negra—, lo ocurrido puede pasar en cualquier otra parte del país y en cualquier momento. Los negros de EE UU están soliviantados. Recuerdo perfectamente que en el verano de 1968 la violencia se extendió a todas las ciudades norteamericanas. Hay que hacer algo, y pronto, sí no queremos que se repita.

P. ¿Qué tipo de esperanza se puede dar a una comunidad machacada por el liberalismo extremo?

R. La reforma del sistema educativo, la creación de puestos de trabajo y mejorar los servicios de salud. Esto como primer paso. Los negros no están preparados técnicamente para competir en la economía de EE UU. Hay una o dos generaciones de negros que nunca han tenido trabajo. Por otro lado, esa comunidad tiene que asumir también sus propias responsabilidades. Sus líderes pueden influir haciéndoles ver que hay esperanzas para salir del pozo. Los negros han soportado la opresión durante años y años y poseen una tremenda fuerza moral que si la usan se convertirá en un arma potente en defensa de sus derechos.

P. ¿Acaso tienen líderes?

R. No se han recuperado desde la muerte de Martin Luther King. La falta de liderazgo está haciendo estragos.

P. La comunidad blanca tampoco facilita las cosas...

R. El 80% de esa comunidad confía desesperadamente en que los negros sobrevivan y prosperen social y económicamente, pero no sabe cómo. El 20% restante todavía es racista.

P. ¿Y Washington lo sabe?

R. Bush está jugando con el racismo, con el miedo de la gente. Esto puede hacer mucho daño a la nación. Un líder responsable debería preferir perder una elección antes que apelar al miedo para ganarla.

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