James Rosenquist asegura que nunca se ha considerado un artista pop

James Rosenquist es una de las figuras fundamentales del pop art norteamericano, junto a Warhol, Lichtenstein y Oldenburg. Después de su exposición en el IVAM el año pasado y de una muestra en Moscú, Rosenquist ha pintado una serie de cuadros inspirados en el fin de la amenaza nuclear en los que mira el futuro con optimismo. La galería Weber, Alexander y Cobo presenta hasta el 25 de julio una muestra del artista.

La mayor parte de las obras que presenta en Madrid han sido realizadas después de las exposiciones en Valencia y Moscú. "El mundo ha cambiado mucho desde entonces", dice Rosenquist. "De pronto, en un solo día, los misiles que apuntaban a Estados Unidos y a Moscú dejaron de hacerlo. Eso es fantástico. Mi trabajo no consiste en documentar lo que sucede, pero sí que trato de inventar una nueva manera de pintar en la que entran todo tipo de situaciones. Pero no soy yo el que lo explicará como en una novela. En Rusia vino un hombre y me preguntó: '¿Cuál es el significado de la vida?'. Y yo le respondí con una frase de John Cage: 'No lo sé. Yo simplemente estoy aquí".Pero Rosenquist prefiere explicar su reciente trabajo planteando una serie de preguntas. "¿Cómo querrán vivir los jóvenes del futuro? ¿Querrán vivir en un ambiente de alta tecnología o como las ovejas del campo? ¿Quién o qué serán los espectadores de mis obras de arte en el futuro? ¿Serán seres humanos, insectos o robots? ¿Tienen los seres humanos un esquema vital como el de ciertos insectos? Algunas especies de insectos tienen una ética organizativa muy avanzada. Si los seres humanos fueran vistos a una distancia que nos emprequeñeciera a ese nivel, ¿nos veríamos igual?". Como figura fundamental del pop art, Rosenquist ha mantenido una postura crítica frente al arte y frente a la sociedad en la que vive.

La reciente exposición sobre el pop que se realizó en Londres y que se presentará en Madrid a fines de, junio plantea, entre otras cosas, una continuación del pop en obras de artistas contemporáneos como Polke, Ricliter o Cragg. Para Rosenquist, el espíritu del pop es el de la denuncia.

Parece que cada vez que haces algo que haga referencia al sistema económico, llamas la atención", dice Rosenquist. "El pop art se refería a lo desquiciado del sistema económico y a cómo se veía. Creo que eso es lo que fue el pop art. Comenta las estructuras económica, política y militar, y eso es lo que interesa a la gente. Sólo en esa medida se puede hablar de una continuación del pop art en las obras de algunos artistas contemporáneos. Puedo pensar inclusive en un nuevo título: la mascarada del complejo industrial militar".

"Hasta hoy, yo no sabría decir qué es exactamente el pop art. Es como preguntar qué es un vaquero, ¿alguien que sigue a una vaca?", afirma. "Nunca me he considerado un artista pop. Me ha preguntado durante décadas sobre qué es a lo que se refieren. Sólo conozco algunos de los aspectos y algunas cosas que yo quería hacer. No me hago el tonto, pero no sé qué es un artista pop o un vaquero", dice riendo.