El alcalde de Burgos aplaza su dimisión por las presiones de los concejales de su grupo

Los concejales del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Burgos decidieron anoche por aplazar, sin fecha fija, la dimisión del alcalde, José María Peña. Los ediles tras dos horas de reunión, emitieron un comunicado que señala que el alcalde "toma en consideración" las recomendación de dimisión de la presidencia nacional del PP, pero que ésta sólo será atendida "cuando los -Intereses de la ciudad lo aconsejen y se garantice la gobernabilidad municipal". La amenaza de varios ediles de abandonar el Ayuntamiento, si Peña renuncia ha sido uno de los motivos de este aplazamiento sine die.

Dos horas tardaron los 14 concejales del Grupo Popular en debatir su postura tras la condena de Peña a 12 años de inhabilitación por prevaricación continuada. El portavoz del grupo, Javier Quintanilla, leyó un comunicado, cuyo texto es el siguiente:"Primero. Expresar a los ciudadanos de Burgos su absoluta certeza y convicción de que José María Peña, Manuel Muñoz y Víctor Martínez han actuado siempre guiados por el único interés del bien de la ciudad y con el pleno convencimiento del más absoluto respeto a la legalidad. Segundo. Refrendar su confianza en el alcalde y los corporativos afectados por la resolución judicial, causa y origen de la actual situación y frente a la que se ha interpuesto el oportuno recurso. Tercero. Tomar en consideración las recomendaciones efectuadas por la presidencia nacional del PP [formulada por José María Aznar], relativas al posible relevo en la alcaldía que, en su caso,- serán atendidas cuando los intereses de la ciudad así lo aconsejen y se garantice la gobernabilidad del Ayuntamiento".

Quintanilla se negó a concretar si hay una fecha para la dimisión del alcalde y si se ha designado a un sustituto. Ninguno de los concejales que asistieron a la reunión hizo comentarios, aunque el edil y presidente de la Diputación, Vicente Orden, calificó de "estupidez" su posible designación como candidato.

Durante las más de dos horas que duró la reunión de los concejales del PP, -varios cientos de personas se concentraron en la Plaza Mayor de Burgos, frente al Ayuntamiento, dando gritos de apoyo a Peña. A las 21.20 horas el alcalde salió del Ayuntamiento escoltado por agentes de la policía local y del Cuerpo Nacional de Policía. Peña se introdujo en su vehículo, negándose a realizar ningún tipo de comentario. Al gunas personas concentradas en la plaza agredieron a los perio distas que aguardaban la salida del alcalde. La policía tuvo que proteger a dos redactores de Antena 3 TV, que fueron- golpeados por la multitud.

Renuncias en cadena

En los medios políticos locales se da por hecho que la dimisión de Peña llevaría implícita las del teniente de alcalde Manuel Muñoz Guillén y la del concejal Víctor Martínez, Llorente, también condenados a inhabilitación por la Audiencia Provincial de Burgos. Si otros concejales próximos a Peña, como Mariano Hervás, Miguel Vallecillo y Jesús María Jabato también deciden abandonar el Ayuntamiento, -posibilidad que ya han comentado públicamente o en círculos privados- la situación política en la corporación burgalesa podría verse gravemente complicada, con el añadido de la renuncia de alguno de los sustitutos.

Entre los candidatos que, a partir del número 15, figuraban en la lista electoral que presentó el PP en los últimos comicios locales, se encuentran varios incondicionales de Peña, como son los ex concejales Cándida Sáiz -que tendría que sustituir el puesto de concejal dejado por el alcalde- y Cristino Diez, número 17 en la candidatura. Este último ya ha expresado públicamente sus dudas sobre una posible aceptación del puesto de concejal.

Miguel Vallecillo, concejal con José María Peña desde 1979, anunció ayer que está dispuesto a dimitir en solidaridad con el alcalde. Vallecillo señaló que si ha habido irregularidades en la gestión municipal él se siente "corresponsable" porque "serían de todo el equipo de gobierno".

Por su parte, el concejal Javier Pardiña, uno de los cuatro ediles con militancia activa en el PP, afirmó que comprendía la actitud de sus compañeros de banco que están dispuestos a dimitir, aunque añadió, que esas opiniones se producen "desde la visceralidad, el corazón y el cariño a José María Peña". Según este concejal, cualquier decisión debe adoptarse de forma colegiada por todo el grupo.

La dimisión del alcalde implicará la celebración de una sesión extraordinaria para elegir a su sustituto lo que según la ley electoral, debe realizarse antes de los 10 días desde que el pleno municipal tenga conocimiento de la renuncia.

La corporación municipal de Burgos está formada por 14 concejales del PP, 11 del PSOE y dos de Izquierda Unida. Los dos grupos de oposición son partidarios de que dimita el alcalde, que gobierna el consistorio burgalés desde 1979, aunque se ha presentado bajo cuatro siglas distintas. Los socialistas se muestran dispuestos a "garantizar la gobernabilidad" de otro alcalde del PP, según manifestó el portavoz del grupo municipal socialista, Gerardo Triana.

Izquierda Unida es partidaria de la dimisión de todos los ediles como paso previo a la convocatoria de nuevas elecciones.